Catacumbas de los Capuchinos

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Siguiendo relatando mis experiencias en el viaje a Sicilia, en una de las excursiones nos obligaron a entrar a estas Catacumbas, digo «nos obligaron» porque al menos yo, detesto visitar los cementerios y mucho menos las catacumbas!

En fin, siguiendo con mi relato, las catacumbas tal y como su nombre indican se encuentran en un subterráneo en la cuidad de Palermo, lleno de «túneles» y varios caminos por los que si te descuidas es fácil perderse.

¿Qué tienen de especial?

Está lleno de momias por todas partes, hasta por el techo colgando en sus ataúdes, vimos incluso hasta la de un niño de dos años en cuyo cartel figuraba que se trataba del año 1500 y pico, realmente espeluznante!

Pero aunque la mayoría fuesen cadáveres de niños (en perfecto estado de conservación debo añadir), también encontramos de todas las edades y sexos.

Los ataúdes, a pesar de que estos dieran menos «temor» que los cadáveres, no estaban tan bien conservados y de echo, hasta algunos que colgaban del techo, te daba la impresión de que se te iban a caer encima.

Por supuesto también encontrabas algunos pasadizos con rejas estilo a las antiguas mazmorras que suenen salir en las películas y telarañas «adornando» el lugar.

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Os aconsejo que si aún así tenéis curiosidad y queréis visitadla, entrad con un guía, siempre será mejor que perderse y que os encuentren a los años como otro miembro más de esas catacumbas…

Mi experiencia en las Catacumbas de los Capuchinos

Pone los pelos de punta entrar en esta cripta y caminar entre las casi 8.000 momias que alberga, y más aún porque en ocasiones se tiene la impresión de que te puede caer encima uno de sus huesos… Resulta espeluznante pero a la vez fascinante; de hecho tuve la oportunidad de visitarlas varias veces y siempre me temblaban un poco las piernas cuando comenzaba a bajar las escaleras de acceso, incluso aunque sabía perfectamente lo que me esperaba allí.

Para los que no lo conozcáis y penséis que exagero, os cuento un poco cómo son. Se trata de un cementerio situado en Palermo (Sicilia) fundado por los capuchinos a finales del siglo XVI, cuando debido al aumento del número de frailes tuvieron que buscar un sitio más espacioso donde darles sepultura; de hecho el cadáver más antiguo que se conserva allí data de 1599 y se siguió utilizando de forma regular hasta 1881, aunque hay algún cuerpo de fecha posterior.

Utilizaban diversos métodos de embalsamamiento, desde la inyección de productos químicos hasta la simple desecación de los cadáveres. Posteriormente estos cadáveres eran colocados en nichos o en ataúdes a lo largo de los pasillos (estrechos) que recorren las catacumbas: corridoio dei frati, degli uomini, dei bambini, delle donne, de professori, dei sacerdoti y dei professionisti.

catacumbas de los capuchinos

Muchos de estas momias actualmente son simples esqueletos, pero otros cuerpos están muy bien conservados, tanto que en algunos de los muertos se ve perfectamente incluso el pelo en pecho que tenían en vida. Todos los cadáveres están vestidos con las ropas más elegantes que tuviesen en vida, así que las catacumbas son además una buena muestra del vestuario utilizado durante esos siglos; incluso en el caso de las mujeres, algunos de los complementos permiten distinguir si se trataba de mujeres casadas o no.

Pero sin duda la estrella de la «exposición» es el cadáver de una niña muerta el 6 de diciembre de 1920 (creo que cuando tenía 2 años), que está expuesta en un ataúd cerrado con una tapa de cristal para que se pueda admirar toda su belleza, porque 80 años después de su muerte sigue pareciendo que está simplemente durmiendo una siesta… con el pelo castaño adornado con lazo amarillo, preparada para salir a dar un paseo cuando se despierte…

Os aseguro que os va a sorprender muchísimo, pues parece que sean como en las películas pero son de verdad, incluso los puedes tocar (aunque yo por respeto no lo hago), en conclusión son auténticas joyas de la historia.

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