Valladolid en un día
Te contamos qué puedes ver en Valladolid en un día para disfrutar de sus puntos clave más importantes y de su gastronomía. Disfruta de Valladolid
Como hay muchas cosas que ver, os dejo aquí un pequeño resumen, dando cuatro pinceladas sobre Valladolid, de todo lo que podéis ver, vivir y disfrutar en mi querida ciudad. Y eso que, como véis, la opi me ha quedado super extensa. Pero es que esta ciudad tiene mucho, mucho que ofrecer.
No se sabe con exactitud cuándo fue fundada, aunque se “considera” su fundador, por poner alguna cara en la estatua, al Conde Ansúrez. De hecho, un descubrimiento reciente (Almenara) ha cambiado la opinión sobre ello. Se ha descubierto que Valladolid, supuestamente una aldea romana sin importancia, tenía una fábrica de teja, lo que la convierte entonces en una gran ciudad, de mucha importancia, ya incluso entonces.
El nombre es otra incógnita. Puede venir del latín, pero para resumiros, hay algunas teorías. Una es que venga de “Valle de los Olivos”, puesto que es una especie que por aquí, tierra de secano, se da con bastante facilidad. Otra, “Valle del agua”, debido tanto al Pisuerga como al Esgueva, y otra, como “Valle del Sol”, cuyo parecido encontramos más en el gentilicio: vallisoletano. Lo de Pucelano también tiene explicación histórica, pero no quiero liarme más y os lo contaré otro día.
De todas formas, allá por el 1200 ya era la capital cultural de Castilla (que no Castilla y León, que aún no existía)
Con Carlos I de España y V de Alemania, Valladolid se convirtió en una de las capitales imperiales.
Fue Felipe II (cuando quiero molestar a MorenoSister le llamo Felipe el Segundón jajajaj) quien, a pesar del éxito y gran crecimiento de la ciudad, decidió llevarse la capital a Madrid, dejando una catedral a medio construir, también dejando una leyenda peculiar.
Una de las más grandes de España. Es cerrada, y con soportales por todos los laterales. Se construyó tal y como la veis en el siglo XIV, llamándose anteriormente Plaza del Mercado. Algunos dirán que les recuerda a otras plazas, como la de Madrid, o la de Salamanca. Error. Perdonen ustedes, pero fueron Madrid y Salamanca quienes copiaron la plaza mayor de Valladolid (entonces, capital de España), y no al revés. En el siglo XVI (concretamente en 1561) tuvo que reformarse, debido a uno de los dos grandes incendios que asolaron la ciudad. Incendios que, por otra parte, dieron forma al escudo de la ciudad, que se compone de dos grandes llamaradas, una amarilla y otra roja. La plaza tuvo que reconstruirse al completo. Su reconstrucción dio paso a modelos posteriores, como la de Madrid (1617), o la de Salamanca (1729).
No se en qué fecha, pero en el siglo XX, se reformó de nuevo, cambiando sobre todo el suelo, poniéndose gris, y dándole otro aire a la plaza. Cuando entró nuestro alcalde, decidió cambiar la plaza y asemejarla una vez más al aspecto original, poniendo el suelo rojo y las fachadas también (a Dios gracias que el suelo, con el uso y el clima, se ha ido oscureciendo un poco, porque hubo una época en que hacía hasta daño a la vista de tanto rojo, y se apodó a la plaza como Plaza Roja)
En la Plaza Mayor hay eventos tales como conciertos en fiestas (aprovechad, que ahora estamos en fiestas), el mercado medieval y renacentista, casetas en ciertas épocas, como Navidad, la pista de patinaje sobre hielo estacional, o el Concurso Internacional de Esculturas de Arena.
Es la que aparece en los folletos turísticos de esta ciudad. La plaza, a 5 minutos andando de la Plaza Mayor, alberga la famosa fachada de la Iglesia de San Pablo, de monjes benedictinos, creo recordar. También la casa de Felipe II, con una de las pocas ventanas en esquina, y una leyenda magnífica. Por si fuera poco, en el otro lateral está el Palacio Real, actual cuartel militar. En el centro, reina una gran cruz de piedra. No he encontrado información sobre ella, pero yo le tengo mucho cariño, porque la veía cada día cuando iba al colegio. Tristemente, hace unos años unos vándalos le rompieron uno de los brazos. Por suerte, pudo arreglarse, y apenas se nota el estropicio.
Llamada así porque contiene la fachada de la Universidad, también una de las primeras de España. La fachada en sí es preciosa (y el hall principal ni os cuento, aún con las vidrieras originales), y está custodiada por unos leones subidos en unos pilares. No os puedo decir cuántos son, porque también hay una leyenda que dice que si cuentas los leones, no aprobarás el curso, asi que aunque ya no estudio ninguna carrera, por si acaso, nunca los he contado, ni conozco a nadie que lo haya hecho, je je.
La universidad fue creada sobre el 1350, y originalmente se podía estudiar poca cosa. Ahora hay tres campus más, y esta Universidad aún sigue vigente y con docencia. Alberga el Museo Universitario en uno de sus laterales, y en el interior del edificio (menudo lujazo) se sigue impartiendo la docencia de la carrera de Derecho.
La Universidad de Valladolid cuenta con campus en otras provincias, como el de Palencia, Soria y Segovia, además de los otros tres campus universitarios de la capital (el de Miguel Delibes, el Arquitectura y Diseño, y el de Ciencias y Medicina)
También tenemos el campus de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.
Al lado de la de la Universidad. Alberga el Colegio Mayor de Santa Cruz y el colegio de San José. El colegio Mayor fue construido en el siglo XV (¿no os da vértigo hablar de fechas tan antiguas?), y aún se conserva y se da uso. Allí se dan cursos universitarios, y aún funciona para otras actividades. Debo deciros que actualmente la plaza está en obras porque están construyendo un parking. Seguro que los arquitectos han cruzado los dedos y puesto velas a varios santos para que no aparezcan ruinas romanas debajo y tengan que paralizar las obras, como ya ha ocurrido en otros parkings jajajaj.
La fachada de Santa Cruz, aunque sencilla, también es muy bonita, por si queréis visitarla.
Ya ni se cuántas casas de Colón he visto por todo el país. En ésta murió en 1506, asi que estuvo, relativamente, bastante tiempo. Está situada en el casco histórico, a 5 minutos andando de la Plaza de la Universidad.
Colón fue enterrado en un convento, donde actualmente está situado el Teatro Zorrilla, aunque después fue trasladado (menos mal, sólo nos faltaba encontrar a Colón entre los cimientos…)
Contiene un pequeño monumento a la Santa María, que hace años estaba en el jardín exterior del edificio, visible desde la calle, pero reformaron la Casa de Colón y la trasladaron al interior. El precio de la entrada es de dos euros, pero hay tarifas reducidas.
Situada en la Calle de Las Angustias (que comunica la plaza de San Pablo con la Mayor), como ya dije, tiene una leyenda curiosa. Además de poseer una de las pocas ventanas en esquina, ya no de la época, sino que hoy en día existen pocas, la fama casi no le viene por ahí.El rey Felipe II nació en esta casa. La tradición de entonces es que cada niño fuera bautizado en la Iglesia en que perteneciera la primera calle donde estuviera el niño, es decir, la de la puerta (como ya he dicho, las Angustias). Pero sus poderosos papás decidieron que no querían la Iglesia de las Angustias, sino la de San Pablo. Pero ¡qué dilema! No podían sacar al niño de casa hasta que no supieran cómo hacerlo, para respetar la tradición. ¿Solución? Sacar al niño por una de las ventanas que dan a la Plaza de San Pablo, con media corte dentro y la otra media fuera de la casa. Aún la peculiar primera salida de casa del minúsculo monarca se recuerda con una sonrisa, y para conmemorar la inventiva de sus papis, hay una cadena enredada en la ventana que tuvo el honor de pasar a la historia.
Situada en la céntrica calle Miguel Iscar (que comunica la Plaza de España con la de Zorrilla), es una casita pequeña, con un jardín delantero, que si bien la casa en sí no es gran cosa, merece la pena visitarla, porque pilla de paso para muchos sitios, y además la visita es muy barata, como 1 o 2 euros, no recuerdo bien.
Tiene objetos cotidianos, camas, un piano, una mesa, y poca cosa más, pero bueno, una visita curiosa, y el jardín es pequeño, pero precioso.
La última de las Casas-Museos de la ciudad capital. Situada en la calle Fray Luis de Granada (una callejuela cercana a la Plaza de San Pablo). Aquí nació el autor en 1817. Se puede visitar como visita guiada exclusivamente.
Sé que tiene un jardín, pero si quieres saber más de la Casa de Zorrilla, en el link que te hemos dejado encontrarás más información.
Situado en la calle peatonal Cadenas de San Gregorio, está al lado de la Plaza de San Pablo. La entrada general vale 3 euros, y sólo por ver el edificio (una obra maestra del siglo XV), lo vale. Tiene una escalera interior y un patio que harán las delicias de cualquiera que le guste la arquitectura.
En el interior de la catedral. La entrada cuesta 2.50 y podéis ver esculturas, pinturas, orfebrería, marfil, monumentos funerarios…
También conocido como Fabio Nelli, nombre del propietario tradicional de la casa. La propia casa en sí es un tesoro, incluso sólo el patio, que cuenta con la curiosidad de que en su pozo alguien debió de tirar un higo, germinó en el fondo, y ahora hay una higuera enooooorme que sale del pozo.
Es un museo de arqueología, donde hay piezas sobre todo romanas. Ya he comentado que en Valladolid haces un hoyo y encuentras un yacimiento romano, asi que se creó un museo para exponer las piezas, y de hecho, la colección está muy bien. De pequeña, junto al Oriental, y el de Escultura, era el museo que más me gustaba.
Situado cerca de la Iglesia de San Benito, es un patio creo que del siglo XVIII que se reformó hace relativamente poco, unos 10 o 15 años, haciendo, a mi gusto, la cosa más fea del mundo, mezclando arquitectura clásica con paredes de hormigón, haciendo un adefesio espantoso. Además, alberga una colección de arte moderno, que como no me gusta, no he ido a visitar.
Dentro del museo hay un restaurante de estos chic y carísimo, que tampoco he probado, pero bueno, os lo cuento.
En la iglesia del mismo nombre, se pueden admirar obras de Goya, un Cristo yacente de Gregorio Fernández, y algunas piezas de vestimenta de diversas épocas. Este museo es muy pequeñito.
Dentro de la Facultad de Medicina, es más curioso que otra cosa. Hay expuestas partes del cuerpo humano, una colección de fetos y embriones, algunos incluso con mutaciones. Hay partes del cuerpo humano naturales y artificiales, esqueletos animales, e instrumental médico variado. También es un museo pequeño, y no apto para gente muy sensible, pero curioso, al fin y al cabo.
Situado en el barrio de Arturo Eyries, y de reciente creación, cuenta con exposiciones temporales y permanentes, minicursos para niños y un observatorio. Me gusta menos que el de otras ciudades, pero está bien. Está muy orientado a niños, teniendo incluso salsas en exclusiva para ellos, pero para adultos, también tiene mucho que ver. Aún no he visitado el observatorio, cosa que remediaré en breve. Tienes más info del Museo de la Ciencia de Valladolid en el link que te acabamos de dejar.
Este sí os recomiendo que no os lo perdáis. Está situado dentro de la cafetería Cubero que hay en una de las bocacalles de la Plaza Mayor. En la parte superior está la exposición, que a mi gusto, es deliciosa en todos los sentidos. Son edificios, hechos ladrillo a ladrillo, y teja a teja, de azúcar, y sólo de azúcar. O sea, los ladrillos no están pintados, sino hechos uno a uno formando las paredes.
Podéis encontrar réplicas de todos los edificios bellos y de importancia artística o arquitectónica de la ciudad, como castillos, museos, la fachada gótica de San Gregorio, la de San Pablo, e incluso la Casa de Dalí en Astorga. También hay otras figuras, palomares y tal. Además de una visita turística en miniatura, es algo curiosísimo, y yo a todas las visitas las llevo allí. La entrada es gratuita, pero yo siempre me quedo a tomarme un café, que por cierto, es delicioso, y te ponen un pastelito de los que hacen ellos, delicioso es decir poco. Asi que si queréis hacer un descanso en vuestra visita, es el sitio ideal, y además, veréis el museo.
Porque los de arriba están todos en la capital, y eso que he omitido museos…
Los de la provincia sólo los voy a mencionar, porque hay a patadas:
Tras Zamora, es la ciudad con más iglesias por habitante, y si miráis un mapa, no os cabrá la menor duda.
Construida por el mismísimo Juan de Herrera en el siglo XVI, es una de las grandes catedrales inacabadas.
Cuenta la leyenda que, en esa época, las ciudades rivalizaban con las catedrales como lo hacen hoy por los equipos de fútbol, y dado que cada ciudad sólo puede tener una catedral (lo demás se llaman, como mucho, Colegiatas), pues imagináos el desembolso que suponía por tener la mejor catedral del país.
Bueno, como ya he dicho, a media construcción, se trasladó la capital de España a Madrid, y se llevaron a Juan de Herrera para que construyera el Escorial, que como sabéis, se tardó una barbaridad y media. Bien, cuando acabó la obra, se quiso retomar la construcción de la Catedral, pero debido a la rivalidad, y para evitar competencias, la leyenda dice que a Juan de Herrera le sacaron los ojos para que no pudiera culminar el proyecto, asi que la Catedral así se quedó.
Esta leyenda la he oído desde pequeña, aunque tampoco pueda deciros si es cierta o no (si no, no sería leyenda, pero también perdería su encanto)
Ha sufrido, que yo sepa, dos intentos de completar el proyecto iniciar de Herrera. El problema es que se fue construyendo alrededor, y para acabar el proyecto, habría que tirar medio casco antiguo, puesto que, de estar acabada, sería la catedral más grande de toda Europa. Asi que con el último intento se decidió dejarla como está, y dejar las otras joyas del Centro Histórico intactas.
Su retablo está realizado por Juan de Juni, y en su interior se realizan algunos conciertos, la mayoría de corales o de música sacra.
Diseñada inicialmente para ser la capilla y sacristía de la Catedral, sí se pudo terminar. Es de estilo gótico, y una de las iglesias más antiguas de la ciudad. Aunque su estilo es gótico (interior y exterior), su torre es románica. El claustro data del siglo XII
Muy pequeñita, está en el centro del casco histórico. De estilo románico, destaca su torre del siglo XIII
Mi favorita. También en el casco histórico, junto a la calle Platerías, su balcón ha sido testigo del saludo de los reyes de la edad media y el renacimiento, pues después de su paseo de entrada a la ciudad, era donde se asomaban para ser agasajados con la banda de la ciudad.
La iglesia por fuera es bonita, diseñada por nada menos que Diego de Praves, pero nada en comparación con cuando entras. Un retablo precioso de Juan de Juni, donde una Dolorosa esculpida en madera policromada por el mismísimo Berruguete preside las ceremonias. La Virgen se adorna con una corona y una espada de plata casi pura. En los laterales, cual museo, están seis más de los pasos de Semana Santa, cada uno una obra maestra en sí mismo, todos también esculpidos por Berruguete. A destacar el Cristo atado a la columna, cuya espalda llena de llagas te hace, literalmente, estremecer. También tiene alguna escultura en madera más moderna, y del barroco incluso, y la famosa Borriquilla que sale en todos los noticiarios de Semana Santa.
Construido en el siglo XVII, cuando la corte vino definitivamente a Valladolid como capital de España. Han residido allí Felipe II, Felipe IV, Carlos I, y, alucinad, el mismísimo Napoleón, durante la guerra de la Independencia.
Sólo menciono los dos más importantes:
Inaugurado en 1887 estuvo a punto de cerrarse cuando empezamos con la crisis. Gracias a actores de la talla de Concha Velasco protestaron tanto por el cierre del teatro que consiguieron mantenerlo abierto. Ahora está recién remodelado, y a Dios gracias, parece que han quitado las columnas que sostenían el techo y podían chafarte la obra si estabas en el patio de butacas…
El más importante y sede de la Seminci. De estilo neoclásico, fue construido en el s XIX. Además de teatro, ha albergado concursos musicales de varios tipos, musicales, baile, danza y jazz. Las entradas suelen ser caritas, en torno a los treinta euros, o incluso más.
Construido supuestamente por la Condesa Eylo en 1080, aunque se cree que en realidad es de alrededor del 1200. Ha sufrido varias reformas, la última, en 1880, donde se suprimieron las cuestas de subida y bajada, típicas de los puentes medievales, y dejando el puente plano, más cómodo de usar.
El segundo en antigüedad, data de 1865. Debido a la anchura del Pisuerga, se optó por un puente colgante, es decir, sin pilares en el fondo del río
Inaugurado en 1999, uno de los más modernos de la ciudad. Es asimétrico, y también colgante. A destacar su originalidad y belleza, y que según de qué dirección vengas en coche, los focos de iluminación te ciegan. ¡Bien planteado, señores!
De nombre original Puente de Francisco González Regueral, no conozco a nadie que no lo conozca por Puente del Poniente, cuyo nombre le da la céntrica plaza con la que comunica. Este puente separa, aunque comunicadas a través de uno de sus ojos, los parques de Las Moreras y la Rosaleda, en la ribera del río.
Porque aquí SÍ hay playa. Vaya, vaya. Es una playa no muy grande, artificial, con arena del Sahara (si no me falla la memoria, no estoy segura). La playa está muy bien acondicionada para tomar el sol, pasear, y a años alternos, incluso bañarse. Es que el agua no es apta para el baño según qué años… Tiene chiringuitos, duchas y esas cosas que hacen que tener la playa a 10 minutos de la Plaza Mayor sea un lujazo. Yo a veces me iba a estudiar allí :)
En el embarcadero, en verano, podéis subir al barco del río, la Leyenda del Pisuerga, donde además de un tranquilo y silencioso paseo, os van contando cosas sobre la historia de la ciudad. Está muy bien.
Construido alrededor de 1950, durante mucho tiempo estuvo acabado, pero abandonado, y fue utilizado como pancarta gigante, con sus 22 pisos, porque se decía que al estar construido justo en el borde del río que si los cimientos se movían, tal y cual. Al final ha resultado que no, y ahora es un edificio de lujo, con unas vistas asombrosas, sólo secundadas por las que podéis obtener desde la Fuente del Sol.
El Duque de Lerma es el primer edificio que podéis distinguir cuando os acercáis a Valladolid desde cualquier dirección.
Vale, civil no es, pero tampoco quería mezclarlo con los sacros. Es un edificio precioso, de 1852, de estilo renacentista, y por tanto, con mucha elegancia. Dentro hay un museo que abre pocos días al año, pero todo el mundo dice que es precioso y merece la pena visitarlo.
En la actualidad este edificio es una de las sedes administrativas de Defensa en Valladolid, y además del museo, tiene un cuartel. Está junto a la Plaza de Zorrilla y el Campo Grande, y a sólo 5 minutos de la plaza del Poniente.
Llamado inicialmente Campo de la Verdad (dato que la mayoría desconoce), es un jardín romántico en el centro de la ciudad. Es enorme, pero no tanto como el Retiro de Madrid. A mi me recuerda a un bosque en el que se han trazado unos senderos para pasear. Da un aspecto medio salvaje, pero está cuidadísimo.
Tiene bastantes animales, y son famosos los pavos reales. Incluso hay algunos albinos. También tiene ardillas, tan acostumbradas a que las alimenten, que cuando ven a la gente, se acercan y esperan a ver si les dan de comer jajajja. Por supuesto, hay gatos y palomas, y hay varios palomares y gallineros donde podéis contemplar un montón, más de treinta, especies de gallinas y gallináceas. Es una visita típica escolar.
El Campo Grande es un sitio estupendo para relajarse y tomarse un helado (tiene una cafetería al aire libre llamada la Pérgola, donde en verano hay bailes tipo guateques para los matrimonios mayores), o simplemente, quedarse mirando el lago con los patos, ocas, y cisnes. Como curiosidad: en fiestas hay campeonatos de pesca infantil en el estanque.
Tiene un par de fuentes preciosísimas, una de ellas, la fuente de la fama, que me ha fascinado desde que era una niña.
Justo al lado está la Acera de Recoletos, una calle que fue muy polémica por su peatonalización, pero he de reconocer que ha quedado muy bonito. Alberga la oficina de Turismo, y casas de la nobleza renacentista que están en perfecto estado y merece la pena pararse a contemplar.
Allí se pone la Feria del Libro anual, la feria de Artesanía y Cerámica (que está estos días, por cierto), la Feria del libro antiguo y de ocasión, y además cuenta con canchas públicas de baloncesto, minibasket, y voleyball.
Un parque mucho más nuevo y más acorde a la idea que tenemos de parque. Está en el barrio de la Rondilla. La parte de arriba es más para pasear, aunque también tiene esculturas y un par de pistas de patinaje y juegos para los niños. La parte de abajo es más “salvaje”, y es frecuente ver a gente haciendo deporte por esta zona. Forma parte de la ribera del río Pisuerga, y tiene varios embarcaderos, junto a un club de piragüisimo
Un parque que no suele figurar en las guías turísticas. Está un poco más lejos, en la parte alta de la Victoria. Muchísimo más descuidado, es un sitio estupendo para hacer pic-nic (tiene unas mesas enormes de piedra, como para alojar a 12-15 personas con comodidad). Antes había incluso barbacoas, pero ahora está prohibido.
Lo menciono porque es uno de los pulmones de la ciudad. Es enoooooorme. Cuenta con una pista de BMX (un tanto escondida, debo decirlo), y es un sitio estupendo para ver panorámicas de la ciudad, o para observar las estrellas de noche. Ni que decir tiene la combinación de sitio apartado + poca (casi nula) iluminación + mogollón de sitio para aparcar = picadero, asi que si vais a ver las estrellas y veis unos cuantos coches desperdigados moviéndose… en fin, que no os asustéis.
La Fuente del Sol también tiene una de las dos escuelas de equitación de la ciudad.
Dos parques que están casi al lado, ambos en la ribera del rio Pisuerga. La rosaleda, jardín muy cuidado, lleno de rosas. También tiene circuito de fitness, y un embarcadero donde puedes alquilar barcas por horas.
Las moreras es un parque más “civilizado”, más un parque moderno, aunque lleva ahí toda la vida. Un sitio muy bueno para pasear. En su paseo central a veces hay ferias internacionales de artesanía, o de productos locales. Además, en temporada, puedes ir comiendo moras, de las que se caen de los árboles ;)
No puedo omitir uno de los eventos más importantes de la ciudad, la seminci (semana internacional del cine). No tan famoso, no se por qué, como el festival de Donosti, pero aquí está. Se llena la ciudad de celebridades, y en el Teatro Calderón hay una oferta inmensa de proyecciones, preestrenos, cortos, y cine experimental, o incluso películas en versión original.
No los tenemos de verdad, lo siento. Pingüinos da nombre a la mayor concentración de moteros de Europa. Normalmente se celebra en Tordesillas, pero últimamente, por cuestiones logísticas, se está haciendo en Boecillo, mucho más cerca de la ciudad. Se llama así porque se hace en enero, y cualquiera que haya visitado Castilla en invierno tiene claro por qué se llaman Pingüinos…
Desde hace pocos años, y eso se lo tengo que reconocer al Alcalde, la ciudad se ha hecho sitio como un acontecimiento nacional con el concierto de Valladolid latino, donde varios cantantes de habla hispana se dan cita para cantar en un macroconcierto para el que hay que comprar entradas incluso con meses de antelación.
Aunque no es el deporte nacional, y tampoco muy habitual entre los niños, Valladolid tiene dos de los equipos más importantes de la Liga de Honor: el Cetransa-El Salvador (antes el Dulciora-El Salvador), y el Quesos Entrepinares.
En toda Castilla no os podéis perder el cordero o el lechazo asados, y aquí, desde luego, tampoco. Si tenéis ocasión, visitad uno de los asadores de la ciudad, por ejemplo, el de la Acera de Recoletos. Pero si os apetece algo más ligero, o más barato, tenéis de todo. Desde bares de tapas, cocina tradicional española, italianos, pizzerías, hamburgueserías (tanto artesanales como de cadenas internacionales), bocaterías, bares de barrio, y cómo no, el concurso de pinchos. Desde luego, hambre aquí no pasáis, porque se come bien en cualquier lado.
En cuanto al ocio nocturno, hay varias zonas de marcha, que incluyen el Cuadro (más alejado, por el Paseo de Zorrilla), la zona de Paraíso, entre la Catedral y el Hospital Clínico Universitario, el Poniente, con bares que están de dicha plaza a la plaza Mayor, la zona de vinos, por el otro lado de la plaza mayor, y la de Cantarranas, en la plaza del mismo nombre, para los que sean un poco más rockeros.
Respecto al otro ocio, hay escuelas de equitación, de pintura, asociaciones de bicicletas, de vecinos, de rutas y paseos por la ciudad (incluyendo la Ruta del Hereje)… podéis encontrar casi cualquier actividad que busquéis.
El urbano funciona bastante bien. A destacar la ausencia de servicio búho los días de diario, y los fines de semana, sólo funciona hasta las 3.
Hay bastantes taxis. No tantos como para que un 24 de diciembre tengas que estar un buen rato en la parada, pero sí para que los días normales no tengas problema para coger uno
La estación de autobuses y de trenes está a 10 minutos andando una de otra, y ambas por el centro de la ciudad y con buenas combinaciones de autobuses para ir a cualquier sitio. También tenemos trenes de alta velocidad. A Madrid se tarda hora y cuarto :)
En coche tenemos autovías a Palencia, Burgos, Soria, Segovia, Ávila, Salamanca y Zamora. La de León es carretera nacional. Desde Madrid, por Segovia (sale ligeramente más barato el peaje) son dos horas y media, de puerta a aparcar el coche.
Está muy cerca de todo el norte y centro del país.
Tienes (casi) de todo. No es Madrid, pero hay pocas cosas que no se encuentren aquí.
Si quieres hacer una visita cultural, salvo cuatro cosillas, todo está bastante cerca. El casco histórico es grande, pero no tanto como para no poder ir andando de un sitio a otro.
Tienes oferta cultural para aburrir, como habéis podido comprobar.
Os podéis tomar un descanso en los parques urbanos o en la playa. Seguro que os pillan a medio camino de vuestra ruta
Primero: no nos conoce ni Cliff jjajajaj. Es broma. Aunque la ciudad tiene mucho potencial, no está muy explotada.
Hay cosas que no hay aquí: Fnac, Lush, Bottega Verde (hubo una franquicia, pero con la crisis se cerró), H&M; (abrirá próximamente en el recinto de IKEA, que abre en dos meses), decathlon (ídem)
Un inconveniente grandísimo: el alcalde NO trata de fomentar el turismo de calidad. Que está muy bien que la gente venga a comer, o a pasar el día. Pero con TODO lo que tenemos que ofrecer, podía hacer un esfuerzo para que la gente lo sepa
Y que nosotros mismo no sepamos lo que tenemos en las calles vecinas, asi que todos, vallisoletanos y del resto del país. A fomentar el turismo nacional, que no vendrá Alemania (por decir un país) a sacarnos de la crisis. Los euros, a gastarlos en casa.
Siento la macro-opinión, y eso que me ha quedado mucho por decir. Pero es que hay tanto que contar, que me faltan líneas para contarlo. Y eso que según mis amigos los catalanes, «Valladolid no tiene nada», que si llega a tener, estamos aquí hasta la semana que viene jajajjaja.
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