Estoy seguro de que todos los que hemos estado en Milán hemos vuelto comentando, entre otras cosas, lo mucho que nos ha llamado la atención el que sus habitantes vistan tan bien y que sigan a rajatabla los dictámenes de la moda.
Y es que en esta ciudad, como en pocas, se siente uno en una pasarela en la que deambulan hombres, mujeres, jóvenes y niños vestidos de manera impecable, con una coordinación perfecta en los complementos, y rostros y cuerpos cuidados al máximo.
Recuerdo que, leí en algún sitio que es habitual que allí la gente solicite créditos para comprarse ropa o complementos de las firmas más caras; yo creo que ven como algo natural o habitual el darle una importancia superlativa a la imagen y cuidar al máximo todo lo relacionado con su aspecto exterior.
Si hay una zona en la que podemos la esencia de todo esto que comento, ésta es, sin lugar a dudas, el Cuadrilatero. Aquí se respira moda por los cuatro costados, tanto por la cantidad de tiendas de lujo que hay como por la gente que transita por las calles.
La Via Montenapoleone, Via Sant´Andrea, Via Della Spiga y Borgospesso configuran este Cuadrilatero de la moda y estoy seguro que resultaría imposible no encontrar el establecimiento de alguna de las firmas de moda italiana más importantes y, como no, de las que proceden de otros países. Si me pongo a recordar, me vienen a la cabeza: Valentino, Giorgio Arman (que tiene una tienda absolutamente impresionante, con bar, bombonería, muebles…), Prada, Trussardi, Salvatore Ferragamo, Gucci, Versace, Tod´s, Hogan, Etro, Aqua di Parma… Bueno, no quiero estrujarme más la cabeza porque creo que ya os podéis hacer una idea de lo que hay…
Y claro, tanto envuelve el ver tiendas, escaparates y gente que a ver quién es el guapo que se resiste; yo no, así que opté por comprarme unas zapatillas en Hogan, además de otras cosas.
Yo diría que la moda italiana – a diferencia de la parisina- tan extravagante a veces, se basa en un estilo discreto, con trajes de buen corte y unos accesorios elegantes sin olvidar nunca una buena calidad de los materiales. Para mi gusto, los diseños de los zapatos italianos son los más originales y atrayentes.
Pasear por las calles del Cuadrilatero es ver moda y precios estratosféricos. Se trata, sin lugar a dudas, de un atractivo más de esta ciudad italiana.
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