Todo el mundo sabe, aunque no la haya visitado, que Florencia es una de las ciudades más bonitas del mundo. Yo coincido plenamente con este sentir general y he de contaros que quedé maravillado con esta ciudad cuando estuve allí de viaje.
Si estás de paso por Florencia no debes dejar de visitar esta bella iglesia muy cercana a la Biblioteca Laurenciana.
En Florencia son famosos sus helados que, por cierto, están buenísimos y son bastante caros. Hay heladerías por todos los sitios y nosotros, siguiendo una recomendación, decidimos ir a “Vivoli” una de las heladerías más famosas de la ciudad. Recuerdo que tomé una tarrina de “stracciatella”, uno de mis sabores favoritos.
En vez de permanecer en el local tomando el helado, decidimos tomarlo mientras paseábamos y proyectábamos nuestra siguiente visita. Tras consultar el plano, nos dimos cuenta de que estábamos al lado de la Piazza de la Santa Croce, con lo que tuvimos claro a dónde se dirigirían nuestros pasos.
La Basílica de la Santa Cruz se encuentra ubicada en la plaza que lleva su mismo nombre. Plaza muy apreciada y frecuentada por los «fiorentinos», en ella han tenido lugar torneos y predicaciones. Allí se celebran cada año los partidos de «calcio storico» ( se trata de un juego deportivo que tiene lugar el día de San Juan, patrón de la ciudad. Cuatro equipos, que representan a los cuatro barrios de la ciudad medieval se enfrentan en tres partidos. Es una mezcla de fútbol, rugby y peleas. El equipo que resulta ganador es premiado con un ternero de color blanco).
Estuvimos un rato sentados en un banco de la Plaza mientras nos terminábamos el helado; en nuestro punto de mira estaba en todo momento la fachada de la iglesia de la Santa Croce, imponente, toda en mármol. Hay momentos que se guardan en la memoria tan claros como yo tengo éste, justo antes de dirigirnos a ver la Iglesia. Y es que Florencia emana belleza por los cuatro costados.
A finales del Siglo XIII, los franciscanos comienzan a construir el edificio, que pudiese rivalizar en belleza con la iglesia que los dominicos habían comenzado a construir , Santa María Novella.
En 1442 es consagrada la basílica. Tan sólo falta la fachada y el campanile, cuyas obras no concluirán hasta el Siglo XIX en estilo neogótico.
Durante los siglos XIV y XV, Santa Croce fue el santuario preferido de las ricas familias florentinas, las cuales lograron la concesión de algunas capillas que decoraron a sus expensas.
Se trata de un gran edificio de unos 140 metros de longitud por 40 de anchura. El estilo es gótico austero, con cubierta de madera. El interior del edificio es sencillo, según los principios de la orden franciscana.
Mucha de su importancia se la debe a que en su interior se encuentran las tumbas de varios florentinos célebres, tales como Miguel Ángel, Galileo o Maquiavelo. No obstante son varias las riquezas de las que podemos disfrutar viéndola; os enumero lo que yo considero más interesante:
- La fachada. Como ya he comentado, es toda de mármol. Es de estilo neogótico y se añadió en 1863.
- Crucifixión de Cimabue: Esta obra del siglo XIII es una de las mejores piezas junto con la Última Cena, de Taddeo Gaddi.
- Capilla de´ Pazzi. Esta capilla está abovedada y es obra de Brunelleschi.
- Capilla Bardi. En sus paredes podemos admirar los fescos de Giotto, de 1315-1330. Está situada justo a la derecha del altar mayor.
- Capilla Broncelli, con frescos de Taddeo Gaddi, contiene la primera escena de noche del arte occidental.
- El Campanil neogótico. Se añadió en 1842 ya que el original fue destruido por un rayo en 1512.
La iglesia cuenta con dos claustros: el que se encuentra a la derecha del templo, del siglo XIV, es muy bello. El claustro grande, proyectado por Brunelleschi, es admirable, una verdadera maravilla ( es perfecto para descansar y dedicarse un rato a la meditación o a la lectura).
De gran valor es la Capilla de los Pazzi, obra maestra de la arquitectura renacentista. Se trata de un pequeño edificio realizado por Brunelleschi para esta noble familia. De planta cuadrada, y gran aire romano, en él se pueden contemplar unos bellos medallones de Luca della Robbia. Está coronada por una cúpula nervada. Todo el edificio destaca por la gran armonía de sus proporciones y sencillez de sus formas.
El templo es un verdadero panteón de hombres ilustres florentinos: Galileo, Lorenzo Ghiberti, Miguel,Angel, Alfieri, Maquiavelo.
El convento cuenta con un museo abierto al claustro, entre las obras con las que cuenta destaca un crucifijo de madera pintado por el maravilloso Cimabue.
Hay que tener en cuenta que no se puede visitar esta iglesia durante los oficios. A diario se puede visitar de 9.30 h. a 17.30 h. y los domingos sólo hasta las 13.00 h.
En definitiva, una de las muchas joyas que tiene Florencia y que requiere visita obligatoria si se va a esa ciudad. Una visita que os recomiendo.
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