Aprovechando los últimos días antes de que las nieves del Pirineo desaparezcan y empecemos a realizar varias de las rutas programadas para este año, este fin de semana continuamos con nuestras visitas por las cercanías de Zaragoza.
En la anterior opinión os hablé sobre la finca de la Alfranca, en esta ocasión os hablaré sobre la Casa Palacio de los Condes de Bureta, situado en la población Zaragoza de Bureta, a algo menos de 1 hora de la capital.
Esta visita fue por sorpresa, más que nada por que hasta hace poco más de un mes no conocía su existencia, pero un día hablando con un compañero de trabajo sobre nuevos lugares para visitar me recomendó este lugar. Pero antes de iniciar la opinión os dejaré unos datos de interés.
Contenido de la Guía
Dónde está
Se encuentra situado en la población de Bureta, a unos 65 kilómetros de Zaragoza (50 minutos en coche), para llegar hasta Bureta se puede hacer de numerosas formas, la primera es a través de la autopista AP-68 hasta el llegar al desvió de Gallur (alternativa la N-232 paralela a la autopista), una vez allí tomamos la N-122 dirección Soria hasta llegar a la población de Borja, allí junto a la estación de autobuses tomaremos el desvío cogiendo la carretera comarcal A-1302 que pasa por Ainzón hasta llegar a Bureta.
El tramo de autopista cuesta 4,15 € y es gratuito si se tiene la tarjeta de autopistas y la ida y la vuelta se realizan en 24 horas, si se va por la nacional es todo el camino línea continua y solo se puede circular a 80 km/h, así que como te toque delante un camión la llevas apañado.
Otra buena opción es coger la N-232 y tomar el desvió de Pedrola que aunque se trata de una comarcal esta recién asfaltada y apenas hay tráfico, es por la que nosotros fuimos y por la que nos marco el GPS.
Datos prácticos
Comentaros que la visita a la Casa Palacio es guiada y por lo tanto lo mejor es llamar para pedir cita, el teléfono es 976 868 799 y el precio es de 5 € por persona que no es barato pero tampoco me parece una barbaridad que la solo la casa tiene 1.500 metros y la duración de la visita es mínimo de 1 hora ya que dependerá de la cantidad de gente que hay en la visita y de las preguntas que se hagan.
Además del Palacio, el actual Conde tiene una casa rural que se ubica junto al Palacio y un bar – restaurante. De la casa rural no os puedo decir nada ya que no me aloje y tampoco me parece una gran opción por su cercanía a Zaragoza y porque a menos de media hora se encuentra el Moncayo que es una opción mucho más interesante, en cuanto al bar – restaurante nosotros después de la visita nos tomamos un vino y una cerveza acompañado de unos bolos y muy bien tanto en la calidad como en los precios.
Cómo es La Casa Palacio de los Condes de Bureta
Para comenzar deciros que su construcción data del S.XVIII, que está construida sobre otra de origen mudéjar de la que tan solo quedan las puertas de varias habitaciones, este palacio era la residencia de verano y según nos comentarios el 90% del palacio se encuentra tal y como estaba en su construcción y que tan solo se han realizada pequeños retoques, a lo largo de toda la visita podemos ver mobiliario del S.XVIII y del S.XIX e innumerables obras de arte, muchas de ellas relacionadas con el general Palafox ya que la duquesa y Palafox eran primos hermanos, además se pueden ver varios tapices y el árbol genealógico de la familia, durante la visita se encienden más de 400 luces por lo que ya solo por eso está más que justificada el pago de la entrada.
El palacio consta de 3 plantas y es como un laberinto ya que desde unas habitaciones se acceden a otras estancias y estas dan a otras. A lo largo de las 3 plantas vamos descubriendo la casa, compuesta por cinco dormitorios, uno de ellos el de la duquesa compuesta por una cama curiosa sobre todo por su altura y es que casi había que hacer alpinismo para subir a ella, en cambio las dimensiones son bastante pequeña, otra de las habitaciones era para los invitados en el que se dice que habita un fantasma y otra para habitación para el servicio donde dormía la guardesa por si los señores necesitaban algo por la noche, en esta habitación se pueden ver distintas casullas que utilizaban los sirvientes cuando venían visitas de importancia.
Disponía de dos baños, uno de ellos con una gran bañera y el otro donde se encontraba “el trono” y no son reyes los que la habitaban jeje.
Las estancias que más me gustaron fueron el salón rojo en el que se permite realizar fotografías y que se le da el nombre por el color tanto del suelo como de las paredes y que esta decorados con grandes jarrones, una chimenea, columnas y un baúl rojo que utilizaban como maleta en aquella época, una muñeca cuqui típica de aquella época con los pelos rizados y varias vitrinas donde se exponen varios objetos y se pueden ver un retrato del duque con el conde de amaestrante. el salón de téen la que se muestra la vajilla compuesta por copas de cristal de bohemia, platos con un borde verde ya que en la fabricación habían incluido algas y las tazas decoradas con el anagrama CB que son las iniciales de la condesa de bureta, además se muestra un juego de licoreras. la capilla oratorio que es como un pequeño palco que da a la iglesia construida por los condes y donada años más tarde al pueblo, desde el que escuchaban misa sin juntarse con el pueblo. En esta misma estancia tenían un alta móvil para poder dar misa en cualquier parte del Palacio con permiso del Papa y hay certificado uno de los clavos de la crucifixión de Jesucristo y que es otorgado por el papa.
Otras estancias que vimos son la cocina que da acceso a la tercera planta donde se encuentra el Palomar que lo utilizaban para secar comida, donde se encontraron dos fusiles de la guerra de la independencia y desde el que se puede observar distintas vistas de la zona, la biblioteca y la zona de archivo donde se ubican muebles del S.XVIII y XIX, el archivo no se enseña ya que está en proceso de catalogación y la biblioteca tenían la colección de libros austral completa con y árbol con litografías de plantas, la sala de música con un piano, una gramola y un tocadiscos con una colección de discos de piedra y la sala de juegos donde se ubicaba un villar francés con un juego de bolas fabricada cada bola con un hueso de marfil, una mesa de caza que la usaban de recibidor y un ábaco que utilizaban para llevar los puntos de las partidas de billar.
Para terminar la visita nos adentran en los sótanos que se accede por la cafetería y donde se ven los cimientos de la antigua cimentación mudéjar, en esta parte se sigue excavando buscando nuevos restos, en este lugar existe la leyenda de la niña y la gallina y es que según dicen una gallina se escapo del corral y detrás fue una niña para cogerla, ambas se cayeron a un pozo pero jamás fueron encontradas, así que dicen que si siguen cavando igual algún día aparecen sus restos, en el bar se pueden ver los dos mosquetones encontrados en el palomar.
La iglesia contigua solo se puede visitar en horario de culto, nosotros fuimos en la misa de las 13:00 en Domingo pero apenas permanecimos en ella para no molestar.
Qué visitar por los alrededores
La visita tiene una duración de una hora así que esta visita se puede complementar con otras por la zona como:
- La población de Borja, a tan solo 5 minutos en coche y en la que destaca «el santuario de la misericordia» donde además de ver el santuario y la curiosa rehabilitación que ha sufrido podemos comer haciendo un picnic.
- El parque natural de la Dehesa del Moncayo, donde se encuentra el Moncayo, el pico más alto de la provincia de Zaragoza con sus algo más de 2.000 metros y donde podremos pasar el día dando un paseo y realizando un picnic.
- La población de Tarazona, con un gran patrimonio cultural y que está de enhorabuena ya que después de muchos años en obra, en breve inauguran la Catedral, otra de sus joyas es la antigua plaza de toros.
- La población de Alcalá de Ebro, conocida como la ínsula baratería ya que en unos de los pasajes del quijote, este le otorga a Sancho Panza el título de gobernador de esta población, que parece una isla por pasar el rio Ebro junto a ella, en el mismo pueblo hay una estatua de Sancho Panza y pasa el GR99 conocido como el camino natural del Ebro por el que se pueden realizar rutas a pie o en bicicleta
Conclusiones
Después de nuestra visita a esta Casa Palacio salimos bastante contentos ya que no esperábamos encontrarnos tal cantidad de objetos y en tan buen estado, aunque también he de decir que la visita sería muy mejorable en cuanto a la información ya que la persona que realiza la visita guiad, es una chica jovencita a la que le faltan cuartos y que se le nota que sabe de lo que habla y que simplemente se ha aprendido de memoria la información y la va soltando y es que en el momento que le haces una pregunta que no está dentro de su guión, no sabe responder. Por este motivo bajo la nota de cinco a cuatro estrellas, es de imaginar que la experiencia y si le pone interés con el tiempo mejorará, aun así si estáis en Zaragoza o por la zona os recomiendo que os paséis para conocerlo.
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