Recorriendo los aspectos opinables sobre los Pirineos Franceses he hallado este paraje del Lac des Bouillouses, protegido por legislación comunitaria desde 1976, que es todo un tesoro natural y turístico de la Cerdanya.
El lago de Bouillouses tiene una extensión acuática de 180 hectáreas, estando rodeado de pinares y abetales. Se halla situado a 2070 metros de altitud por lo que en invierno cambia todo su paisaje y el de los picos cercanos por las nevadas.
La población más cercana es Mont-Louis, la fortaleza más elevada de Francia, construida en 1679 para Luis XIV para protegerse de España. Es un lugar apacible y bien conservado, de visita rápida pero interesante.
Si os interesa en la rue Lieutenant Prunet, 3 está la Oficina de Turismo que organiza excursiones a la ciudad, al horno solar de Odrillo y a los lagos cercanos. Su web es mont-luis.net, su teléfono 68042197.
Llegar a Mont-Louis es fácil. Sitúate en Puigcerdá, que está a 23 kilómetros. El lago de Bouillouses está a otros 13 kilómetros al noroeste. El acceso hasta el mismo lago es libre, pero tiene ciertas limitaciones. Si vas en verano, como a mí me pasó, el camino de entrada está cerrado por no sé qué motivos de proteger el entorno ante la afluencia masiva de visitantes.
Tienes que usar un autobús, o coger el telesilla que va al lago de Pradeille y luego buscarte la vida para llegar a tu objetivo. Si planeas coger el autobús recuerda que el último sale a las 7 de la tarde. Y si vas en invierno prepárate para poner las cadenas. Lo mejor, si quieres subir en tu propio vehículo, es hacerlo en entretiempo.
Pero, a pesar de estas pegas merece la pena porque el paisaje de alta montaña es espectacular y la mano del hombre aún no ha podido cargarse la belleza del mismo. Precisamente el lago de Bouillouses nació, intencionadamente, por obra humana.
Es el lago más importante de la zona, pero hay más, aunque el nombre de éste haya terminado por absorber a los mismos que son hoy conocidos como lagos de Bouillouses o de la Bullosa. Los demás lagos son morrénicos, recuerdo de cuando estas mesetas de la Cerdanya estaban bajo las nieves de las glaciaciones. Cuando, se elevaron las temperaturas en el planeta los hielos se derritieron quedando en algunas depresiones elevadas el agua de los mismos. El deshielo primaveral de los altos picos mantiene estos lagos morrénicos, causados por las lenguas o morrenas que descendían desde las cumbres modelando el paisaje.
Pero éste, del que opino y que es el más grande de todos, fue creado en 1911 al construirse una presa con central hidroeléctrica. La intención era generar electricidad tanto para todo el valle del Têt y garantizar los regadios del Rosellón. Un efecto añadido es que sirve para mantener el Petit Train Jeune. No os lo perdáis si viajáis de turismo por esta zona.
Desde Villefranche-de-Conflent sale un trenecito turístico que os enseña gran parte de la Cerdenya en una jornada. Como es tan pequeño se mete por desfiladeros y gargantas calizas y sube a altas cumbres, a veces usando viaductos de vértigo. Lo mejor es que para en las poblaciones más importantes de la zona. Tiene un año de antigüedad más que la presa y su itinerario cubre 63 kilómetros.
Su parada final es Latour-de-Carol. Es una pasada, porque os permite viajar por parajes casi vírgenes a ritmo pausado. Nosotros nos quedamos en Mont-Louis porque nos fuimos para el lago. Luego cogiendo el viaje de vuelta recogimos el vehículo.
Sobre el lago en sí deciros que el lugar está siempre lleno de visitantes. Toda la zona pertenece al Parque Natural de la Cerdanya y está vigilada por gendarmes. No se permiten estropicios de ningún tipo en la misma, lo que me parece muy bien.
Sus posibilidades son muchas. Desde esquiar en invierno, a pescar, senderismo, motos de nieve, bicicleta de montaña, etcétera.
Para nosotros fue simplemente llenarnos los ojos de maravillosa naturaleza y los pulmones de aire de montaña. Pero el lago abunda en truchas y otras especies, así como en pescadores.
Las excursiones, por diversos itinerarios, eran continuas. Algunas salían hacia el oeste donde se encuentra la cumbre del Carlit, la más alta de todos los Pirineos Orientales. Otras iban hacia su desierto.
Nos integramos en uno de los grupos, porque nos picaron las ganas ver el entusiasmo general, y estuvimos unas cuatro horas caminando por un sendero señalizado. Terminamos cansados, aunque la dificultad era muy baja, y ya no nos apuntamos a ningún sendero más. Que la naturaleza es para disfrutarla y no para hacer ejercicio, caramba.
El paseo fue bonito, tengo que reconocerlo. Salimos desde la presa haciendo un recorrido circular por lo que pasamos junto a los lagos más importantes de la zona. Fuimos despacio, haciendo muchas paradas por el camino, y el desnivel era sólo de 330 metros, pero el homo ciudadensis no está hecho para caminar sino para apretar el pedal del acelerador.
La ruta nace junto al hotel de Bonnes Hores. Os lo digo porque existen varias opciones para alojarse en la zona. Este hotel es un buen sitio porque estáis en todo el meollo. Otra opción interesante, que nos recomendaron ya tarde, es el Refugio. Junto a la presa se construyó para alojamiento de los obreros de la presa. Tiene 56 plazas, es bastante rústico, y en invierno hay que hacer a pie los últimos cinco kilómetros o bien usar el telesilla de Roc de la Calme.
Otra opción es quedarse en el pueblo de Mont-Louis. El establecimiento más prestigioso es La Volute, en el centro de la fortaleza, ocupando la casa del gobernador. Por fuera parece bien, pero no os puedo dar más indicaciones porque no entramos.
En el tiempo que estuvimos en las cercanías del lago pudimos divisar un grupo de muflones. Nos comentaron que hay diversas especies de caza mayor en toda la zona, abundando también en gamos. Se mantiene el equilibrio, por la escasez de depredadores, entre las distintas especies utilizando el depredador racional: el hombre-bala. Estos herbívoros tienden a multiplicarse más allá de lo que los recursos naturales permiten y su población es mantenida dentro de unos límites tolerables convocando monterías y otras actividades culturales.
Por último deciros que en verano hace mucho calor. Nada de ropa de abrigo, sino calzado adecuado y poco peso encima. En invierno sí se recomienda el uso de raquetas porque en ciertas zonas la nieve lo obliga.
La próxima vez que vayamos lo haremos en primavera, por si así nos dejan llegar con el vehículo hasta la misma orilla del lago, sin tener que limitarnos a horarios de autobuses. Que debe ser fantástico ver anochecer en un paraje tan extraordinario como éste.
Imágenes: Pere López (Wikipedia) | Pere López Brosa (Wikipedia) | Jcb-caz-11 (Wikipedia) | Jack ma (Wikipedia) (2) | Marc Reynes (Wikipedia)
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