Llama la atención de Toulouse su marcada personalidad, fundada en sus fachadas de ladrillo rojo, que en cierta manera recuerda a ciertos cascos antiguos mudéjares de ciudades españolas. Se trata de una ciudad grande (en la aglomeración deben vivir cerca del millón de personas), aunque al no haber grandes edificios da la sensación (en su centro urbano) de tratarse de una ciudad mucho mas pequeña y provincial.
Como en la mayoría de las ciudades francesas buena parte de la ciudad es de barrios como yo llamo, «tipo pueblo» con casas bajitas, no hay muchos bloques altos, lo que la hace también bastante extensa en superficie.
Toulouse cuenta con un notable conjunto de iglesias y museos, una bonita plaza mayor porticada (Capitol) y varios puntos de interés arquitectónico. Pese a los puntos de interés la ciudad en si a veces puede resultar algo dejada, (algunas aceras y mobiliario podían cuidarlos un poco mas) siendo menos homogénea y elegante que otras ciudades francesas.
Contenido de la Guía
Qué ver en Toulouse
Como atractivos artísticos y paisajísticos Toulouse ofrece varios puntos de interés bastante claros. El monumento principal es la Basílica de St Sernin, un notable edificio medieval que cuenta con la torre más emblemática de la ciudad, (si te gusta el románico apreciaras especialmente esta visita).
Exteriormente es coherente con el estilo de la ciudad (y el de casi todos sus monumentos) al estar construida en el característico ladrillo rojo de Toulouse. Es una de las mayores iglesias románicas de Europa, (el interior me recordó un poco a la catedral de Santiago de Compostela)
La otra visita fundamental es el convento de los Jacobinos. Cuenta con una bellísima y particular iglesia de dos naves separadas por columnas que se abren en palmera hacia el techo. A mi juicio quizá sea el edificio más luminoso y bonito de Toulouse.
Toulouse tiene también catedral, pero es de lejos mucho menos interesante que los edificios que acabo de mencionar.
Otras visitas en el casco viejo son, la consabida e inevitable plaza del Capitol, callejear por el entorno de la plaza descubriendo algunos edificios renacentistas e iglesias, y también recomendaría una visita al rio Garonna, especialmente por el pont Neuf, desde el que la ciudad gana puntos al atardecer con el colorido de sus edificios y las tranquilas aguas del rio.
La arquitectura del centro de la ciudad es predominantemente de casas de ladrillo rojizo, la mayoría casas bajas, de planta baja y a lo sumo dos o tres alturas nada más. Abundan las calles peatonales, alguna de ellas bastante estrecha y pintoresca.
A continuación te dejo con una descripción más detallada de algunos de los lugares que os acabo de mencionar:
La basílica de Saint Sernin o San Saturnino.
Dentro del agradable recuerdo que guardo de Toulouse, voy a dedicar unas líneas al que yo creo es su monumento más emblemático -claro, ¿qué te va a decir un medievalista?-, la Basílica de St. Sernin. Y es que una joya románica como esta no se ve todos los días, y por supuesto no existe en otro lugar del mundo.
Lo más característico es, aparte de su color rojizo, su torre delgada de forma octogonal, con un aire casi bizantino muy característico. Su nave es enorme y en su extremo un ábside
Habrá quien se sorprenda pero, sí, en efecto, arquitectura románica con ladrillo y alcanzando grandes alturas, nada de los gruesos y bajos muros de piedra a que nos tienen acostumbrados edificios románicos mucho más modestos aunque igualmente bellos. Pero es románico igual, mismo estilo, mismas ideas a la hora de construir y simbolizar, y si no ved la magnífica portada principal.
¿Por qué todo esto? Al fin y al cabo, construir un edificio es crear un espacio para un uso particular y esta es una muy característica basílica de peregrinación, nacida junto al Camino de Santiago, que acogía gran número de visitantes en su andar hacia Compostela. Por eso fue necesario elevar tan soberbia basílica, que fuese capaz de reunir a un gran número de fieles y que también estuviese en condiciones de impresionar y atraer a esas gentes. De ahí su maravilloso trazado y sus formas, la impresionante torre que domina toda la ciudad, algo que parece imposible dentro de la idea del románico, la belleza de su decoración… y la abundancia de sus reliquias. En torno a la girola se guardan abundantes reliquias de santos de lo más curiosa y, bajo el altar mayor, en una pequeña cripta, las de St. Sernin. Y es que ya se sabe, a más reliquias milagrosas, más atracción de público piadoso que paga limosnas, misas, etc.
La entrada es gratuita, salvo el acceso a la girola, que requiere el pago de una entrada que recuerdo no muy cara. La verdad es que merece la pena el esfuerzo de la visita y ese mínimo gasto por disfrutar de este lugar. Eso sí, después a callejear por la ciudad y a tomaros algo por ahí, que Toulouse tiene mucha vidilla.
La Place du Capitole
De planta casi cuadrada, dominada por el gran edificio del mismo nombre, de estilo neoclásico tan francés, con tonos rosas, que es la sede del Ayuntamiento. En la parte de enfrente de la plaza se levantan edificios con soportales.
Nada más llegar a la plaza del Capitolio lo primero que nos sorprende es el imponente edificio de color rosa (es de ladrillo rosado) que se alza en un lateral de la plaza. Cuando se entra dentro las salas están llenas de cuadros y en una sala las paredes están pintadas de una forma muy peculiar. De cerca solamente se ven brochazos (pero gordos) y de lejos vemos una escena que va evolucionando según vamos avanzando por la sala. Es decir, solo vemos las escenas a lo lejos porque cuando las miramos de cerca no vemos nada. Al final de esta sala está la sala donde se celebran actualmente las bodas civiles y está llena de columnas doradas con pinturas y frescos en las paredes.
Para aparcar lo mejor es hacerlo en el aparcamiento subterráneo que hay bajo la plaza. Es muy económico comparado con lo que estamos acostumbrados a pagar aquí en España y estás en el mismo corazón de Toulouse y desde donde te podrás desplazar a pie hasta cualquier punto de interés turístico.
Si tienes oportunidad no dejes de visitar la Cité de l’Espace, que es un parque temático sobre el espacio y las conquistas espaciales del hombre. Tienen un prototipo real de la MIR y se puede visitar por dentro. No te lo pierdas.
La catedral de Saint Etienne
De aspecto sorprendente, porque parece hecha a retales. Es como si tuviera dos partes totalmente independientes entre sí. El estilo dominante es el gótico, y destacaría especialmente su gran rosetón y la enorme y alta nave central. Me dio la impresión de ser una edificación fea y algo destartalada.
Nos acercamos andando después de comer a uno de los paseos que bordean el río Garonne, que en Toulouse lleva ya bastante caudal. Varios puentes cruzan el río, que es navegable y recorrido por barquitos. Lamentablemente el poco tiempo del que disponíamos nos impidió subir a alguno de ellos.
Pont Neuf
Pese a su nombre, Puente Nuevo, se trata del Puente más antiguo de París que fue construido bajo el reinado de Enrique IV en el año 1606.
El puente está totalmente construido a base de piedra y en el centro del mismo se encuentra la estatua ecuestre del rey Enrique IV.
A través de de una escalera se llega a un pequeño parque, el Square du Vert-Galant, llamado de esta manera en honor del pequeño tenorio verde que se encuentra arriba del parque.
Durante los siglos XVII y XVII se usó este Puente como lugar para la celebración de espectáculos populares.
El Puente está situado en una zona céntrica de París ya que une la Ile de la Cité con el otro lado del río Sena.
El metro que más cercano te deja es el de Pont Neuf.
Un puente que siempre ha sido historia viva de París no fue descubierto por el conjunto de la población parisina hasta que en el año 1985 el artista Christo lo embaló en una tela de color arenisca. ese fue el momento en el que el pont Nuef resurgió en la vida cotidiana de los parisinos.
Un lugar tranquilo de la ciudad donde puedes pasar un rato en el parque ( hay gente que lo usa para comer a mediodía, y por la noche va gente joven a ver el paisaje o tomar algo (en teoría está prohibido pero la gente lo hace con bastante civismo y no hay problemas).
El Museo de los Agustinos
¿Qué tenemos aquí? Bueno, tenemos un edificio en el centro de la ciudad, bastante agradable, con un pequeño parquecito junto a la entrada. Por dentro, lógicamente, la planta típica de un convento, claustro, refectorio, sala capitular, iglesia… El edificio presenta una sucesión de estilos arquitectónicos desde la Plena Edad Media al siglo XVIII. Tendremos que recorrer un buen número de salas para contemplar toda la colección y subir hasta tres pisos, si no recuerdo mal.
En cuanto al interior, igualmente la colección se compone de piezas medievales, renacentistas, barrocas, rococo, neoclásicas… hasta una serie de cuadros románticos, lo más nuevo de la colección. ¿Qué podemos destacar? Por un lado, un buen número de lapidas medievales y, sobre todo, gran número de capiteles románicos de St. Sernin, otros templos de la ciudad y de la abadía de Moissac, muy cercana a Toulouse.
Por otra parte, cuenta con una destacable colección de pintura en la iglesia, destacando una crucifixión cuya autoría se atribuye posiblemente a Rubens. Precisamente, la iglesia suele acoger exposiciones itinerantes – yo tuve la suerte de ver una de un pintor barroco francés que no conocía, con un estilo muy similar al de Caravaggio en lo que se refiere al uso del claroscuro, muy bueno.
Por último, algunas piezas de escultura neoclasicista y romántica aceptables; una de ellas muy curiosa, en la escalera de acceso al segundo piso, «La Pesadilla», se titula. Ah, y no olvidar algunos cuadros románticos de gran formato, como uno espectacular, «La toma de Constantinopla», de un autor francés, y otro bastante pintoresco de tema marroquí de Delacroix.
No recuerdo cuánto cobraban por entrar pero ninguna de las entradas en aquel viaje a museos y cosas así nos pareció excesiva. Puede que, si lo quieres ver con calma, te tires dos horas dentro de visita, pero con algo menos puede ser suficiente. Es un buen preludio a unas cañitas y una buena comida 😉
Vida Nocturna en Toulouse
De lo mejor de estos días que pasé en Toulouse ha sido la buena vida nocturna. Pese a ser Julio (temporada en que hay muchos menos estudiantes, que suelen irse de vacaciones e inundan durante el resto del año la ciudad) conservaba un muy buen ambiente. En cierto sentido la veo un cierto aire español que la hace más cercana que otras ciudades. Es también interesante durante la tarde pasar por las muchas cafeterías de la ciudad, la plaza de Esquirol cuenta con unas cuantas (es otra de las plazas animadas de la ciudad)
Para salir y para gente joven en conclusión la veo muy buena opción para visitar y hacer noche un finde. El ambiente es además distendido, se liga más o menos fácil ;-).
Añadir que es un estupendo punto de partida para excursiones, hay multitud de pueblos medievales preciosos en un radio no muy extenso, que merecen indiscutiblemente una visita. Como ejemplo Cordes Sur Ciel, cerca de la ciudad hacia el noreste, un pueblo con una arquitectura medieval fascinante.
Bueno, pues espero que con tan variada información os hagáis una idea. En pocas líneas concluiré diciendo que Toulouse tiene como gran atractivo un entorno repleto de lugares de interés a no mucha distancia y una muy buena vida nocturna urbana. Aunque la ciudad en conjunto tal vez no sea impresionante, tiene un rico patrimonio y personalidad.
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