Si vamos a Lisboa y queremos conocer el ocio nocturno, tenemos que ir al Bairro Alto. En mis vacaciones de hace un par de semanas estuve tanto el viernes como el sábado, y era alucinante ver a la gente comprar la bebida en la infinidad de bares y pubs que hay en esa zona, y salirse a la calle para beber con los colegas, tanto portugueses como turistas. Y a pesar de que el viernes estuvo lloviendo toda la noche, daba igual, la gente mayoritariamente en la calle.
Esta zona de la ciudad de Lisboa es la típica que tuvo, digamos, un pasado oscuro pero que ahora disfruta de una cierto esplendor. Era este un barrio bohemio en el que la prostitución y el juego estaban bien presentes. Sin embargo, en la actualidad, se trata de un barrio con buena reputación, residencial, en el que existen ofertas de todo tipo.
De alguna manera me recuerda al barrio de Chueca en Madrid. Hace varios lustros era una zona bastante castigada de la capital y en cambio, ahora, es un barrio con numerosos y selectos comercios, ocio nocturno, oferta cultural, calles perfectas para el paseo y en donde se han revalorizado notablemente los inmuebles.
Contenido de la Guía
Cómo llegar a Barrio Alto
Para llegar lo mejor es coger cualquier medio de transporte, autobús o tranvía, que te deje por la plaza de Luis Camôes y después ir a pie por calles como la Rua de Atalaia, quizás la principal o al menos la que más locales tenía, junto a las paralelas y perpendiculares a ella.
Otra opción seria coger el elevador da Gloria en la plaza Restauradores, pero en estos momentos esta en obras de remodelación.
Al final las dos veces subimos a pie desde zonas distintas, una por la Rua da Misericordia y la otra por la Rua do Alecrin.
Qué ver en el Barrio Alto de Lisboa
Sin lugar a dudas, unos de los grandes atractivos del Barrio Alto es la amplia oferta en cuanto a diversión nocturna. En las empinadas calles hay infinidad de bares, restaurantes, pubs y casas de fados. En una de mis visitas a la ciudad tuve la oportunidad de salir un sábado por la noche por esta zona y quedé gratamente sorprendido con el ambiente que se respira, lo simpática que es la gente y lo familiar que resulta todo; porque todo me recordaba a cualquier zona de copas de las ciudades de España, lo que no resulta fácil si se pretende encontrar en otros países de Europa, por no decir que es imposible.
Es en esta parte de la ciudad donde se encuentran las ruinas de la Igreja do Carmo. En su día, esta iglesia carmelita fue la más grande de Lisboa pero fue devastada por el terremoto de 1755. Sólo el entrecoro permaneció en pié y hoy alberga un museo arqueológico.
En el número 37 de la Rua de Misericordia se encuentra el restaurante Tavares, famoso local de la zona, con gran tradición y solera (se inauguró como café en 1784). Otro de los locales famosos de la zona es la Cervecería Trindade.
Subiendo desde el metro por la praça Lluis de Camoes, dejando la plaza atrás, hay una calle que se llama Rua de Loreto o de Combro la tercera a la derecha hay un mirador con vistas al Tejo y al Ponte 25 abril. En ese mirador hay un pequeño bar, es de lo más relajante de Lisboa. Si tienes suerte puedes encontrarte a algún artista tocando algún instrumento o haciendo malabares.
Finalmente, recomiendo echar un vistazo por las tiendas de la Rua do Carmo, que ofrecen un excelente aspecto tras su restauración después del incendio que se produjo en 1988 en una de las tiendas y que arrasó una gran parte de edificios de la zona.
Por la noche, el bairro hace una metamorfosis impresionante, pasa de ser ese bairro típico portugués ha ser el bairro de los restaurantes y sin duda una de las mejores zonas de fiesta de Portugal.
En cualquier esquina te encuentras un restaurante. Se come bien en la mayoría de los locales y el trato recibido ha sido muy bueno.
Si lo que quieres es beber algo, no hay duda que es tu barrio. Hay infinidad de bares, recomendar alguno para tomar una copa seria una tontería pq solo hay que dar una vuelta y alguno te gustará. Eso sí, hay una cosa que no os podéis perder. Bar la Janela. Es un bar Brasileiro con música en directo, el ambiente de allí es impresionante, no tengo palabras.
Mi experiencia en el Barrio Alto de Lisboa
En los días que estuve por allí se estaba celebrando LUZBOA, un forma distinta de ver la ciudad. En algunas calles las farolas alumbraban de forma roja, otras en verde, otras en azul, había proyecciones sobre edificios, etc. Así en la plaza de Luis Camôes teníamos una proyección sobre el edificio que alberga un centro comercial en dicha plaza, y subiendo por el Bairro Alto llegábamos a zonas alumbradas en rojo por las farolas.
Además de bares y pubs, la zona también alberga numerosos restaurantes, locales para escuchar fado, etc. El viernes comimos en uno de ellos y el precio no fue nada caro, sobre los 35 euros con un arroz con Pulpo (arroz do polvo) de primero, y después un salmón y un lenguado. Tened cuidado porque en todos los locales de la ciudad os darán, junto con el pan, un plato con queso para untar y mantequilla, así como aceitunas y algunas cosas más. No son gratis, si no las queréis decidles que se lo lleven. En caso contrario, aunque no os las comáis, os las van a cargar en la cuenta.
Después de cenar estuvimos en un local de heavy-gótico que había visto por internet, para posteriormente moverme por otros sitios de reggae o house suave.
Los precios de las copas no son nada caros. Estuve tomando principalmente «pretas o pretinhas», es decir, cerveza negra en vaso de tercio o de caña para que nos entendamos, por precios que rondaban 1 o 1,5 euros. Incluso había sitios con «hora feliz» donde las cervezas pequeñas costaban 0,80 céntimos.
También había cocteles, combinados etc, pero salvo un par de Caipirinhas por 4 euros no tomé nada más.
Como he dicho al principio la gente compraba su bebida y salía a la calle. Los camareros te preguntaban si era para tomarla en el local o fuera, para darte vaso de cristal o de plástico, pero a pesar del alcohol que se tomaba la gente, las calles estaban bastante limpias en comparación a como quedan las mismas en Madrid u otras zonas de España después de hacer botellón.
Y un último consejo para las mujeres. Olvidaros de los zapatos de tacón de aguja ya que todas las calles de esta zona están empedradas (incluso diría que prácticamente toda Lisboa).
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