Nos encontramos en el barrio de Alfama. En la actualidad uno de los barrios más humildes de Lisboa. Resulta difícil pensar que en un tiempo fue el barrio de moda lisboeta. Estrechas y empinadas calles forman un laberinto de pintorescos rincones y antiguas iglesias. Numerosos tranvías, prostituidos de publicidad, lo atraviesan con calma.
En los atardeceres el barrio cobra vida, las tabernas se llenan y se puede escuchar el rumor de un fado que nos llega desde algún pequeño café.
Es un barrio de origen árabe aunque ya no queda ningún resto de esta cultura, el terremoto de 1755 acabó con los últimos vestigios, aunque la estructura laberíntica del barrio recuerda al de una vieja ciudad árabe.
En 1150, tres años después de la conquista de Lisboa a los árabes, Afonso Henriques, que se nombró a si mismo rey de Portugal, construyó una catedral sobre las ruinas de la antigua mezquita. Destruida por varios terremotos, la catedral tiene una mezcla de varios estilos arquitectónicos.
La fachada, su rosetón y las dos torres, son claramente románicas. Aparte de la nave central románica, en el interior hay nueve capillas góticas, siendo la más conocida la de San Ildefonso. El claustro también es gótico.
En la catedral se pueden encontrar los restos de San Vicente, traídos desde el cabo del mismo nombre. Hay una leyenda que dice que dos cuervos acompañaron el traslado de los restos hasta Lisboa. Así este animal se convirtió en símbolo de la liberación lisboeta del influjo árabe y forman parte del escudo de la ciudad.
Junto a la catedral se encuentra la pequeña iglesia de San Antonio, que está situada en el lugar donde nació el santo. San Antonio es el santo más querido por los portugueses. Se da la casualidad de que nació y vivió en Lisboa, pero cuestiones del marketing, sólo vivió los últimos meses de su vida en Padua y se le conoce como San Antonio de Padua para disgusto de los lisboetas.
Como resumen decir que la catedral de Lisboa no es el edificio religioso más bonito de esta ciudad. Ese honor recaería en el Monasterio de los Jerónimos. Pero un paseo por las estrechas calles de Alfama, bien vale una visita a la catedral.
Ingeniero de Telecomunicaciones y viajero incansable, trato de descubrir la historia y belleza de cada rincón del lugar que visito, por simple o sencillo que pueda parecer para dar a conocer al mundo sus secretos. ¿Te gusta viajar? Acompáñame en este viaje y disfruta conmigo del mundo. Los textos que encontrarás en esta web han sido escritos por muchas personas contando su experiencia en el lugar visitado, la web no se responsabiliza de la exactitud, lo actualizado que está su contenido y las opiniones vertidas en los textos. Si tú también quieres contar tu experiencia, puedes escribirnos un mensaje.