Hoy quería hablaros de uno de los paraísos que tenemos más cerquita: Tenerife. De esta isla sólo puedo decir cosas buenas, y realmente sé de lo que hablo porque, por diversos motivos, he tenido la suerte de poder visitarla en más de una ocasión. En concreto os voy a hablar de esta plaza, ya que de los sitios más conocidos de la isla (Puerto de la Cruz, Teide, etc.) poco se puede decir que no sepa ya todo el mundo.
Candelaria es un pueblo costero de Tenerife, situado a unos 17 km al sur de Santa Cruz, la capital. Para llegar en coche hay que coger la autovía TF-1, pero también hay servicios de autobuses que conectan con la capital y con la zona sur de la isla.
Esta localidad es conocida fundamentalmente porque en ella se encuentra la imagen de Ntra. Señora de Candelaria, que es la Patrona de todo el archipiélago, y la Basílica del mismo nombre, por lo que es un lugar de peregrinación.
La plaza de la Candelaria es el único atractivo turístico de la zona. Se trata de una amplia plaza explanada situada junto al mar, en la que destacan la Basílica y un conjunto de estatuas situadas en el paseo marítimo que representan a los Menceyes (que eran los antiguos reyes guanches de Tenerife).
Contenido de la Guía
Basílica de Nuestra Señora de Candelaria
Es una basílica blanca y sencilla, de estilo neoclásico, levantada en honor a la Patrona de Canarias. Desde mi punto de vista llama mucho más la atención por dentro que por fuera, así que recomiendo a todo el mundo, independientemente que sea religioso o no, que si tiene la oportunidad de ir visite el interior.
La basílica tiene dos puertas de acceso: una que da a la plaza, y otra, que es la principal, que da a un lateral de la misma, donde se encuentra la «Fuente de los Peregrinos» (detrás de esta fuente hay un mosaico que representa a la Virgen haciendo uno de sus milagros).
Si miramos la basílica desde la fachada principal (construida en piedra), vemos dos torres en los laterales de la misma, pero hay una tercera torre que destaca sobre las anteriores por ser de mayor altura, que da a la plaza y se encuentra a la izquierda de la entrada lateral. Al lado de esta torre, hacia el mar, hay un convento de Frailes Dominicos (es un edificio de dos plantas, con la fachada de color blanco y de arquitectura típica canaria).
Del interior de la basílica lo más destacable es el altar principal, sobre el que se encuentra la imagen de la Virgen de Candelaria; es una Virgen negra que con una mano sujeta al niño Jesús, y en la otra lleva una vela (al parecer fue así como se apareció). Por la parte trasera hay unas escaleras para los que quieran subir a ver a la Virgen de cerca (no sé si habrá algún horario o días específicos para esto, cuando nosotros estuvimos la gente sí podía subir). También recuerdo que en un lateral de la iglesia había una sala donde aparecen las siete Islas Canarias, supongo que en referencia a que es la patrona de todo el archipiélago.
Los Reyes Guanches
Antiguamente, Tenerife estaba dividido en nueve reinos, y cada uno de ellos estaba gobernado por un «Mencey», que en guanche significa rey (el guanche era el idioma de los antiguos pobladores de Canarias). Pues bien, en la parte de la plaza más próxima al mar, que forma un paseo marítimo, se encuentra este conjunto de monumentos que representa a los últimos «Menceyes» de la isla. Son nueve esculturas de gran tamaño, realizadas en bronce, y que reposan sobre unas grandes piedras en medio de las cuales se puede leer una inscripción con el nombre de cada rey (ya os hablaré más profundamente de ellos en otra opi).
Detrás de este paseo se encuentra la playa. No puedo opinar mucho sobre ella porque fuimos a última hora de la tarde y no nos bañamos, sólo deciros que es de arena negra (mejor dicho, de piedras negras), ya que como todas las playas de allí es de origen volcánico. En mi opinión hay playas mucho mejores en toda la isla (como la de Las Teresitas, en San Andrés, cuya arena fue llevada desde el desierto, la de Las Américas en el sur de la isla, etc.), pero para gustos…
Cueva de San Blas
También quería hablaros de la Cueva de San Blas que, aunque no está en la plaza propiamente dicha, se encuentra a unos pocos metros. Si seguimos andando por el paseo marítimo, por detrás de la plaza y de la basílica, llegamos a esta cueva, situada junto al mar. Cuenta la leyenda que la Virgen se apareció a unos pastores en una roca sobre la playa; en un principio la imagen estuvo en manos del mencey, pero posteriormente la llevaron a esta cueva, que se convirtió en el primer santuario de Canarias. Actualmente hay en la cueva una imagen de la Virgen. La cueva de San Blas tiene una gran importancia no solo religiosa, sino también histórica, pues en ella fueron bautizados los guanches (la pila se conserva en la basílica).
Bueno, para ir terminando, como habréis visto he puesto que recomiendo esta visita, aunque depende de la duración del viaje. Con esto quiero decir que si disponéis de tiempo suficiente, os aconsejo que lo visitéis, porque es un lugar más para conocer, pero si no vais a estar mucho tiempo, hay cosas más «típicas» que hacer, como subir al Teide, ver el Drago Milenario de Icod de los Vinos, visitar Santa Cruz de Tenerife, el Puerto de la Cruz, el Valle de la Orotava, el acantilado de Los Gigantes, la playa de Las Américas y de Los Cristianos… uff! Qué de recuerdos!
En fín, sólo añadir que en los alrededores de la plaza encontraréis heladerías y terrazas para tomar algo en un entorno muy tranquilo, y que en la calle que lleva a la plaza se concentran la gran mayoría de tiendas de artesanía de la zona, en las que se puede encontrar todo tipo de figuras de barro, los telares (muy tradicionales allí) y las típicas tiendas en las que comprar imágenes de la virgen, etc.
Muchas gracias por vuestras lecturas, espero haberos sido útil.
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