Para el día que teníamos previsto salir de Roma, como sólo pasaríamos en la ciudad esa mañana porque después saldríamos hacia Florencia (haciendo antes una pequeña parada en Volterra), nos habíamos dejado un par de sitios que estaban un poco alejados del centro; como no nos pillaban precisamente de paso, no los habíamos visitado antes.
Lo más fácil era llegar hasta ellos en coche, así que aprovechamos que ya dejábamos el hotel para salir directamente desde allí zumbando a Florencia con todos los trastos; y de los dos sitios elegidos para este día, el primero era el antiguo puerto romano, Ostia Antica (que no hay que confundir con Ostia Lido, que es uno de los barrios actuales de Roma).
Contenido de la Guía
Un poco de historia
Según los hallazgos arqueológicos, se cree que este puerto fue fundado por los romanos allá por el siglo IV a.C., y se bautizó con este nombre porque ostium en latín se refiere a la boca de un río, en este caso el Tíber, que es donde se sitúa la antigua ciudad que posteriormente se convirtió en puerto y centro estratégico, defensivo y comercial. La ciudad experimentó un gran desarrollo durante el siglo I, principalmente bajo el mandato de Tiberio, que fue quien ordenó la construcción del primer foro. Por su parte, Trajano llevó a cabo la ampliación de las zonas navales y la construcción de otro puerto más.
Más adelante, en el siglo V, entre las invasiones bárbaras y el brote de malaria que obligó a los habitantes a abandonar la ciudad, ésta empezó su declive; por la acción del barro que había en los márgenes del río, Ostia se fue enterrando poco a poco… Sin embargo este hecho, que en otros casos habría sido un desastre, fue precisamente lo que facilitó que la antigua ciudad se haya conservado en tan buenas condiciones. El papa Gregorio IV volvió a establecer la ciudad en el siglo IX.
Durante la Edad Media, los ladrillos de los edificios de Ostia fueron utilizados para realizar otras construcciones, entre ellas la famosa torre de Pisa. Posteriormente, en el Barroco, los arquitectos no dudaron en saquear la antigua ciudad para construir diversos palacios en Roma, y ya en la época del Papa Pío VII el Vaticano comenzó aquí unas investigaciones arqueológicas que continúan realizándose hoy día. Según los expertos, se han sacado a la luz dos tercios de la ciudad.
Cómo llegar y otros datos prácticos
Como os decía, nosotros fuimos en coche, así que no tuvimos más que poner en el GPS la dirección de Ostia: viale dei Romagnoli, 717. La dirección en la que hay que dirigirse es la misma que para ir al aeropuerto de Fiumicino y a la via Ostiale.
Si necesitas ir en transporte público, lo más fácil es coger la línea B del metro hasta la estación de Piramide, y junto a ella, desde la Stazione Porta San Paolo, coger el tren que va a Ostia; hay trenes cada media hora más o menos, y el trayecto dura unos 25 minutos.
Los horarios de apertura de las excavaciones son los siguientes:
- Desde noviembre hasta febrero, de martes a domingo, 8’30 a 16’00 (hay que salir de allí como muy tarde a las 17’00).
- En marzo, de martes a domingo, de 8’30 a 17’00, y dejan salir hasta las 18’00.
- Del último domingo de marzo hasta octubre: de martes a domingo de 8’30 a 18’00, y hay que salir como mucho a las 19’00.
Además de los lunes, las excavaciones se encuentran cerradas al público también los días 25 de diciembre y 1 de enero.
Una vez en Ostia, si has ido en coche puedes utilizar el aparcamiento que hay en la entrada; el precio es de 2’50 euros para coches pequeños y de 3 euros para coches más grandes, caravanas y autobuses. Cuando nosotros llegamos era un poco pronto y no había nadie vigilando el aparcamiento, así que metimos allí el coche y cuando fuimos a la taquilla preguntamos dónde había que pagarlo; la chica que nos atendió nos dijo que el vigilante aún no había llegado, lo cual no entiendo muy bien porque si abren a las 8’30, siendo las 8’45 el vigilante ya debería estar por allí, pero bueno…
El precio de las entradas es de 6’50 euros; los niños entran gratis si son menores de 18 años y de cualquier país de la Unión Europea; y también entran gratis los adultos mayores de 65, sean del país que sean. En la misma taquilla puedes comprar un mapa de la ciudad, así como alquilar una audioguía, aunque esta última sólo estaba disponible en italiano, inglés, francés y alemán. Según el cartel que había en la taquilla, tampoco admiten el pago con tarjeta de crédito.
El recorrido
Prácticamente en la misma entrada del recinto hay un cartel grandote en el que puedes ver un mapa de la ciudad, así que si no te has comprado el plano que venden en la taquilla, con este podrás hacerte una idea de lo que te vas a ir viendo a lo largo de la visita. Nos habían dicho que suelen pulular por allí estudiantes de arqueología que hablan varios idiomas y por 5 eurillos por persona te hacen un recorrido de aproximadamente una hora y te explican bastantes cosas. Pero claro, me temo que estos chicos no son tan madrugadores como nosotros, porque además del vigilante del aparcamiento, tampoco vimos a ningún estudiante ni a nadie con pinta de guía por allí…
Por supuesto, el recorrido de las ruinas de Ostia Antica cada uno es libre de hacerlo como prefiera, pero la verdad es que la distribución de la antigua ciudad a mí me parece que es ideal para mentes cuadriculadas como la mía, porque se encuentra todo perfectamente organizado: en el centro tenemos la calle llamada Decumanus Maximus, que tiene una longitud de 1 kilómetro aproximadamente, y a ambos lados de ella vamos encontrando los diferentes edificios y construcciones. Yo os cuento todo lo que vi ordenadamente, desde el principio al final, recorriendo esta calle principal por su lado derecho a la ida y por su izquierda a la vuelta; luego, cada uno que haga lo que mejor le parezca.
- Porta Romana
- Terme del Cisiarii
- Terme di Nettuno
- Caserma dei Vigili
- Teatro
- Foro delle Corporazione
- Castrum
- Caseggiato del Molino
- Thermopolium
- Forum
- Templi Repubblicani: La zona de los templos republicanos comprende el templo de Hércules Invicto y otros dos templos más, aunque el primero es el más importante de todos y el culto a este dios (que llevaban a cabo principalmente los militares) se siguió celebrando no sólo durante la época imperial sino también posteriormente, cuando ya se había extendido el cristianismo. En esta misma zona hay un lugar de culto.
- Domus di Amore e Psiche: La casa dedicada a Amor y Psique, construida en el siglo IV, recibe este nombre por la estatua que se encontró en este lugar, y que representaba a Cupido y a Psique. En el recinto había también un pequeño jardín, rodeado de columnas de mármol y granito, con arcos de mármol travertino, y sin tejado para dejar pasar la luz. En este edificio, además, se encontraban varios nichos.
- Terme di Mitra: Las termas de Mitra se construyeron aproximadamente hacia el año 125, y se conservan bastante bien debido a que la mayoría de la edificación era subterránea. El agua se traía hasta aquí con un molino, que manejaba un esclavo y llegaba a repartir hasta 1.000 litros por hora. Estas termas se llaman así porque dentro de su área se ha encontrado un santuario subterráneo dedicado al dios Mitra.
- Caseggiato dei Misuratori del Grano
- Casa del Serapide / Terme dei Sette Sapienti / Casa degli Aurighi: Estos tres edificios forman un complejo. La casa del Serapide estaba formada por un patio alrededor del cual había varias tiendas; en los pisos superiores había viviendas. De aquí salía un pasillo que llevaba hasta las terme dei Sette Sapienti o termas de los Siete Sabios, que antiguamente estaban cubiertas por una cúpula que hoy día se ha perdido. El suelo está decorado con un mosaico en blanco y negro, que representa motivos vegetales y escenas de caza; al fondo hay una pared con frescos de los siete sabios griegos, que dan nombre a esta estancia. El tercer edificio que forma este complejo es la casa degli Aurighi, llamada de este modo por los frescos de sus paredes, que representan varios aurigas victoriosos. En este recinto hay unas escaleras de subida que llevan a una terraza desde la que hay unas vistas muy curiosas de lo que queda de la ciudad de Ostia.
- Porta Marina
- Taberna dei Pescivendoli
- Tempio Rotondo
- Terme del Foro
- Molini
- Tempio della Magna Mater: Magna Mater, o Cibeles, era la diosa oriental de la naturaleza y la fertilidad, introducida en el culto de Roma hacia el año 204 a.C. En este templo se llevaban a cabo rituales en los que se utilizaban antorchas, cimbales y flautas, y en los cuales los participantes se autolesionaban como prueba para llegar a ser sacerdotes de esta diosa. Dentro del templo se encuentra el santuario de Atis, un pastor que murió después de haber traicionado a la diosa Cibeles; aunque parece que ésta fue benevolente y luego lo resucitó
- Domus della Fortuna Annonaria
- Piazzale della vittoria
- Necropoli: Lo último que nos encontramos antes de salir, más o menos enfrente de la taquilla, es la antigua necrópolis. Uno de los edificios que se pueden ver aquí es el columbario, en cuyas paredes se colocaban nichos para albergar las urnas funerarias. Los panteones familiares normalmente tenían un pequeño patio, que a veces también albergaba nichos en las paredes. En ocasiones, estos edificios tenían también un piso superior.
Conclusión
Tengo entendido que las ruinas de Ostia Antica pasan bastante desapercibidas porque las más famosas son las de Pompeya, que están también más o menos cerca de Roma. Así que la gente, si tiene tiempo suficiente, parece ser que prefiere dedicarle un día a la visita pompeyana. Nosotros no tuvimos esa suerte y por falta de tiempo decidimos ir a Ostia, que nos pillaba más cerca; sin embargo, esta visita no me decepcionó en absoluto. Por mucho que hayas leído en los libros sobre cómo eran las antiguas ciudades romanas, y por mucho que lo hayas visto en documentales o reportajes, o incluso en películas, creo que no hay mejor forma de apreciarlo que ir a ver una ciudad en directo, aunque no se conserve intacta como suele pasar en la mayoría de los casos.
El día que pasamos en Ostia, además, había muy poca gente por allí y de hecho no empezamos a ver a nadie hasta que ya estábamos a punto de salir, que fue cuando vimos que empezaban a llegar algunos grupos. Quitando unos arqueólogos que vimos en una excavación, el resto del tiempo estuvimos recorriendo la antigua ciudad completamente solos, y la verdad es que aquello estaba tan silencioso que cuando te metías por entre los pasillos de los edificios o te asomabas a las terrazas, daba la sensación de que en cualquier momento aparecería por allí un romano auténtico.
Como suelo decir siempre, me gustaría saber algo más de historia del arte para comprender mejor algunas cosas, o simplemente para poder explicárselas a Juan. Algunas me suenan de haberlas estudiado, pero supongo que lo apreciaría mucho mejor si mis conocimientos fueran un poco más allá.
Imagino que Pompeya debe de ser mucho más espectacular, pero desde luego para un arqueólogo o alguien más entendido, un sitio como este tiene que ser casi el paraíso…
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