Ayer fuimos a pasar el día a la ciudad de A Coruña. Aprovechando la presentación de un libro-disco infantil con sesión de cuentos, nos acercamos y decidimos quedarnos para ver alguna cosilla más.
El tiempo no permitía pasear demasiado, así que decidimos visitar la Domus o Casa del Hombre. Creímos que podría ser una opción entretenida para mi niño.
Contenido de la Guía
Dónde está
Este museo se encuentra en la calle Santa Teresa, 1, en el mismo paseo marítimo. Lo mejor para ir hasta el museo es hacerlo en bus, tranvía o a pie, pues para aparcar no me pareció muy buena zona.
En cuanto a autobuses pueden cogerse el 3, 3A, 4, 6, 6A, 7, 11, 17 y en cuanto al tranvía turístico tiene una parada prácticamente enfrente de la puerta del museo con lo cual también es una buena opción.
Horarios y precios
En cuanto a los horarios pasa como en todos los sitios, tienen uno diferente para el invierno y otro para el verano. El horario de invierno es desde el 1 de septiembre hasta el 30 de junio y abren de lunes a domingo desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la tarde.
Solamente tienen horario de verano durante los meses de julio y agosto y abren de lunes a domingo desde las 11 de la mañana hasta las 9 de la tarde. El precio es de 2€ para la visita general y para ver el cine 3D serían 4€, es decir, que para verlo todo en total habría que pagar 6€.
En cuanto al precio os recomiendo que cojáis el bono de las tres casas si es que vais a visitar los tres museos (domus, casa de las ciencias y aquarium) porque sale mucho más económico.
El Museo de la Casa del Hombre
Este museo, como os podéis imaginar por su nombre, está dedicado al hombre: a su historia, a su evolución, a su genética, a su forma de pensar, a algunos de los descubrimientos que ha hecho, al conocimiento de su propio cuerpo, etc.
El museo se encuentra dividido en tres partes bien diferenciadas las unas de las otras: genética, humanidad y evolución. Al entrar, la primera zona que nos encontramos es la de genética. En ella podemos encontrar cosas como una cadena de ADN gigante, información sobre el corazón y su funcionamiento, información sobre la vista y el oído o sobre la reproducción.
En esta zona tenemos cosas como una pesa en la que no sólo nos dice el peso sino también la cantidad de agua que tenemos en el cuerpo (en tanto por ciento), de grasa, minerales, etc. Nos podemos medir o podemos ver el nacimiento de un bebé.
En la parte dedicada al corazón nos podemos tomar la tensión u oír nuestro propio corazón. También hay en esta zona un aparato que sirve para medir las ondas cerebrales que posiblemente hayáis visto por televisión. Se trata de power maind. Es un aparato curioso, aunque a mí personalmente no me sirvió para nada porque no hacía más que reírme y supuestamente debes estar concentrado y relajado a la vez y yo… como que no.
Una vez vista la primera zona pasamos a la segunda, ascendiendo por una rampa, y llegamos a la zona dedicada a la humanidad. Allí tenemos cosas para “experimentar” con el olfato, el gusto, el tacto, etc., y una zona dedicada a la locomoción y la fuerza.
Por último, tenemos que ascender por una rampa en medio de la cual se encuentra un corazón gigante que tenemos que atravesar para llegar a la zona de evolución. En esa zona tenemos, por ejemplo, una reproducción de la huella del hombre en la Luna, distintos reclamos de caza o una familia prehistórica con la que nos podemos hacer una foto.
Al lado de esta zona está la sala de exposiciones temporales. Cuando nosotros fuimos había una que se llamaba “Eureka” en la que se pretende fomentar la creatividad y se hacen algunos “experimentos” que en su día valieron para descubrir determinadas cosas.
A la hora de la merienda bajamos a la planta sótano, en la que, con hermosas vistas al mar gracias a los grandes ventanales, descansamos un poquito y repusimos fuerzas. Hay mesas largas y bancos en los que podemos acomodarnos, aseos y máquinas de bebidas frías, calientes y cosillas de comer de todo tipo, dulces y saladas.
Opinión personal
A decir verdad no entraba en mis planes visitar este museo, pero al comprar el bono de los tres museos decidimos visitarlo, más por no perder el dinero que por otra cosa y no me arrepiento en absoluto porque me entretuve mucho allí dentro.
Me gustó mucho el planteamiento de aprender jugando que tiene este museo y que, poco a poco, se va implantando en todos los museos de este tipo. Me gustó porque te hace la visita mucho más entretenida y sobre todo se la hace entretenida a los niños que, con estas cosas de los juegos, siempre son los que más disfrutan.
Tiene cosas muy curiosas como la posibilidad de medir la longitud del brazo, o de sentir el latido de tu propio corazón, el ver como se mueve tu esqueleto al andar en bici o el aparato del power maind, por ejemplo.
Por el contrario, me resultó un pelín desagradable el video del nacimiento de un bebé. Realmente sucede así, pero es tan explícito el video que produce dolor sólo de verlo.
Nuestra experiencia en líneas generales fue muy buena, el único inconveniente que le pondría es que solamente había aseos en la planta baja y en el sótano, por lo que resulta incomodísimo cuando se acude con niños tener que bajar un montón de pisos para acudir al baño.
Conclusión
Domus o La Casa del Hombre me parece un museo entretenido en el que se puede aprender bastante y no es caro, por lo tanto os lo recomiendo. Aunque, si he de ser sincera, no me parece una visita indispensable.
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