Notre Dame

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Notre Dame es uno de los símbolos de París, eso nadie lo duda, y es lo que sin duda a uno le queda claro cuando visita esta ciudad, ya que dos cosas que no fallarán en una visita a París son sin duda una visita tanto a la Torre Eiffel como a Notre Dame.

Para no liarnos, y puesto que de la Catedral se suele visitar tanto su interior como sus torres, comenzaré hablando en primer lugar de la Catedral en sí, y terminaré la opinión con las Torres.

Datos interesantes que debes saber antes de visitar Notre Dame

Encontrarte frente a ella, especialmente frente a la fachada oeste (la de las dos torres), produce una sensación de admiración, porque se presenta ante ti con grandiosidad y robustez. Es un inmenso edificio, que ocupa un área muy considerable, y que apunta al cielo, con su aguja y con sus torres, realmente altas. La mires desde donde la mires es descomunal, y transmite en cierto modo lo que quería transmitir el gótico, todo apuntado, como apuntando al cielo, con su, valga la redundancia, apuntadísima aguja. Sin discusión, para mí fue lo mejor de París, aunque hay muchísimas cosas que también merecen la pena visitar.

Soy amante del arte en general, me gusta la pintura, la literatura, la música, la escultura…y muy en especial, el arte gótico y dentro de este estilo, la arquitectura. Además soy totalmente contraria a la (todavía) extendida opinión de considerar la edad media como la edad oscura. Estudio historia y cuando me comentan algo al respecto, siempre respondo que no puede ser oscura la época que nos dio la catedral de Notre-Dame, (entre otras cosas por supuesto).

Por centrarnos un poquito en el arte gótico a los que no lo conocéis demasiado, pondré unas cuantas claves para entenderlo un poquito mejor, y por tanto entender este edificio.

  • El estilo gótico encontró su gran medio de expresión en la arquitectura.
  • La arquitectura gótica perduró hasta bien entrado el siglo XVI
  • Es puro contraste con el románico, en sus características generales y esenciales:
  • Románico: arcos de medio punto, estructuras macizas, bóvedas de cañón, escasez de vanos…
  • Gótico: arco apuntado, amplios vanos con tracerías para mayor luminosidad, estructuras reducidas (esto no se refiere a pequeñas), agujas, sentido ascensional de los edificios, bóveda de crucería…
  • Todas las peculiaridades de los edificios góticos surgieron a partir de innovaciones en la construcción, entre las que cabe destacar la bóveda de crucería (cruce de dos arcos) que daba ligereza a las bóvedas, anteriormente muy pesadas, por lo que pudieron introducirse elementos como ventanales, cristaleras…
  • Una de las primeras manifestaciones de arquitectura gótica fueron las grandes catedrales del norte de Francia, y aquí nos detenemos en la de la capital gala.

En el siglo XI, las ciudades comienzan a resurgir, y se acelera el comercio, la política, asciende la clase burguesa, la influencia del clero urbano…es decir la ciudad vuelve a ser una gran concentración de gente, por lo que surge la necesidad de un edificio religioso a la altura de la misma.

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En el mismo lugar donde está ubicada, estuvo la primera iglesia cristiana en París, alrededor del 528 d.C. Después hubo una iglesia románica, hasta 1160, en que el obispo de París la manda derribar porque la presente iglesia es poco digna de los nuevos valores.

Empezó a construirse en 1163, bajo en reinado de Luis VII, y no tuvo interrupciones porque financieramente estaba bien provisto por las clases sociales altas de la ciudad. Se terminó totalmente a mediados del siglo XIV, incluidas modificaciones, pero ya funcionaba prestando oficios religiosos desde 1182. Al inicio del siglo XIII se inicia la fachada oeste, y termina a mediados del mismo siglo.

Estamos ante un edificio de dualidad en influencias de estilo, puesto que a pesar de tratarse de gótico, ya que contiene las técnicas innovadoras de arquitectura, tampoco hay que obviar que es un edificio fuerte, compacto en parte, y de grandes muros, por lo que no abandonaron del todo las recientes influencias románicas. Nos quedamos con la parte gótica, que es la más visible. A pesar de ser una descomunal construcción, da cierta sensación de ligereza y de edificio construido verticalmente. A esto contribuye, la aguja central. Las curiosas y por cierto espantosas gárgolas coronan el edificio en ciertos puntos.

La planta, que es de cruz romana orientada a occidente, es de cinco naves, separadas por arquerías sobre pilares cilíndricos. El transepto está rematado con grandísimos rosetones decorados con vidrieras.

La fachada occidental es uno de los mejores ejemplos de fachada en H, estructurada en tres cuerpos horizontales y tres verticales. Esta fachada es impresionante en tamaño y riqueza artística. En cuerpo inferior son tres puertas. El cuerpo central de esta fachada, está separado de la parte superior por un friso de esculturas. En este mismo cuerpo central es donde se encuentra el gran rosetón, escoltado por dos ventanales de considerables proporciones. Arriba una serie de arcos ojivales. Y rematando la fachada, dos torres de 69 metros de altura, con altísimos ventanales. En la torre sur esta la famosa campana Emmanuel. Verticalmente, está dividida también en tres partes, separadas por contrafuertes.

Como apunte curioso, aún hay dudas en cuanto a quien habría colocó la primera piedra, el Obispo Maurice de Sully o el Papa Alejandro III.

La iglesia de Notre Dame

Notre Dame

La catedral está abierta diariamente de 8 de la mañana a 7 de la tarde aproximadamente, y al igual que en el resto de templos religiosos de París la entrada es gratuita, incluso os puedo decir que se ofrecen algunas visitas guiadas en varios idiomas y de forma gratuita.

Según parece, la catedral se encuentra sobre un templo donde se rezaba al Dios Júpiter, y fue mandada construir con la pretensión de superar a la Basílica de Saint Denis, que está situada al norte de París y bien merece una visita, por cierto.

Sin embargo, esta catedral ha sido dejada de lado y olvidada durante muchos años, hasta que en el siglo XIX Victor Hugo la introdujo en una de sus novelas. Fue entonces cuando la ciudad de París reconocería por fin el trabajo desempeñado en la construcción de la catedral de Notre Dame y la sacaría del lamentable estado en que se encontraba. Aquí os destacaría que solamente los Rosetones podríamos decir que siguen siendo originales (y no de forma total).

Del exterior no se qué puedo contaros que no hayáis descubierto ya en vivo o mediante los múltiples reportajes, películas, fotografías, postales, etc. que lo muestran; y es que probablemente su fachada frontal sea una de las más cuidadas en cuanto a destalles arquitectónicos se refiere, con las dos torres gemelas flanqueándola y haciéndola perfecta geométricamente… Eso por no hablar, de lo que cambia entre la luz del día y su iluminación por la noche…

Otro detalle que me gustaría comentaros es su ábside, tan perfecto y tan grandioso, lo cierto es que uno desde dentro no aprecia la maravilla que es por fuera, si podéis, os aconsejo acercaros al «Institut de Monde Arabe» para contemplarlo en todo su esplendor, os aseguro que no os arrepentiréis.

El interior se compone de 5 naves y 29 capillas en total, hasta llegar al ábside. De los tres rosetones, el situado al Norte es el que más partes originales conserva del siglo XIII y representa a los Reyes del Antiguo Testamento, los jueces y los profetas alrededor de la Virgen Madre.

La iluminación es perfecta, y le da un aire muy especial; sin embargo, debo admitir que el exceso de personas visitándolo al unísono le resta muchísimo encanto, pero es que durante mis dos semanas en París fue imposible encontrar un día sin afluencia de turismo, supongo que es imposible dada su fama.

Mi primera visita al interior de la catedral de Notre Dame fue muy especial, lo cierto que es que teníamos pensado visitarla tras bajar de la visita a las Torres pero vimos una cola tan enorme para pasar al interior(y eso que se pasa en bloque) que decidimos volver otro día en lugar de gastar tiempo en la cola; y encima con el mal tiempo que hacía el día de nuestra subida a las torres…

Pero curiosamente, y creyendo en el destino, coincidió que en un par de días se celebraría la «Noche de los Museos de París», con lo que tuvimos la suerte de poder visitar su interior (proyectaban un documental sobre el altar mayor) alumbrado exclusivamente con cientos de velas encendidas a lo largo de las naves laterales creando un ambiente realmente mágico con un pequeño toque digamos hasta tétrico o mejor dicho sobrecogedor, os lo podéis imaginar, todos vagando en silencio que a veces se rompía con un leve murmullo, en fin, una experiencia irrepetible.

Y como curiosidad respecto de la visita completa y con luz artificial que hicimos a Notre Dame me quedo con el recuerdo de unas tres o cuatro baguettes situadas en el altar mayor, eso sí, no me preguntéis si las estaban bendiciendo o qué, pero el caso es que allí estaban las barritas de pan durante la liturgía, algo realmente curioso.

Las Torres

El acceso a las torres está situado en la parte izquierda según os ponéis de cara a la fachada frontal de Notre Dame. Por tanto, la subida comienza en la torre norte (donde Victor Hugo localizaba la habitación de Esmeralda creo recordar) y termina a los pies de la torre Sur (se sale al jardín lateral).

La subida en total supone un esfuerzo de 422 escalones pero en dos partes, así que no es muy costosa. De hecho, se sube primero hasta una tienda de recuerdos a media altura y después hasta la galería entre las dos torres, junto a las gárgolas.

En nuestro caso no nos dejaron estar mucho tiempo en esta zona porque en 5 minutos estaba previsto que comenzara a tocar la campana mayor (13 toneladas) y tuvimos que subir a la terraza superior de la torre sur(no sé que nos pasa con las campanas porque en Pisa precisamente nos pasó que no nos dejaron bajar hasta que acabaron de tocar), aunque eso sí, nos dio tiempo a disfrutar de las vistas y de las gárgolas lo suficiente para sacar algunas fotos y al bajar nos escapamos unos segundos para intentar echar un último vistazo.

La entrada individual de adulto cuesta 7,5€ (nosotros teníamos el «Paris Museum Pass» que sale muy bien de precio) y el horario es de 9:30h a 19:30h en verano, mientras que en invierno creo que solo abren hasta las 17:30h por el tema de la luz.

Aquí, hago un inciso para recordaros que en este caso, a pesar de tener el «Paris Museum Pass» no os libraréis de esperar la cola de acceso, aunque tranquilos porque la visita se hace en grupos de 20 personas cada 10 minutos, así que la espera es bastante ágil. Por cierto, deciros que existe un primer control donde se muestra el interior de los bolsos y mochilas, y un segundo control donde se adquieren las entradas o se muestran los pases.

La verdad es que la visita merece la pena aunque llueva, como nos sucedió a nosotros, ya que allí obtendréis una de las mejores panorámicas de Paris por el sitio en el que se encuentra, y puede que sea uno de los primeros sitios recomendables a visitar para tomar un primer pulso a la ciudad, así que ¡a animarse todos a superar los 422 escalones!

Antes de terminar me gustaría comentaros sobre la subida a las torres algo de lo que a mí nadie me había avisado y que sin duda es para tener en cuenta. Al menos el día que subimos nosotros, y que por cierto llovía bastante, todo el grupo notamos como el pasamanos de subida a las torres de la catedral mancha al ser rozado con la ropa y por supuesto también se te impregna en las manos al irlo agarrando para subir (la escalera es en espiral); concretamente nos dejó un tono naranjado de óxido en manos y en ropa. En mi caso fue una auténtica faena porque para cuando me di cuenta tenia la palma de la mano y el puño de la chaqueta hechos una pena, pero recuerdo a una chica jovencita de unos 18 añitos con un chubasquero blanco que os podéis imaginar cómo quedó..así que como a mi me hubiera venido genial haberlo sabido con anterioridad a mi visita ahí lo dejo escrito para quién le venga bien por estar planeando esta visita, y luego no digáis que no os lo advertí.

Por último, y para completar la visita a Notre Dame, simplemente deciros que aquellos a quienes les guste bajar al subsuelo, pueden visitar la cripta arqueológica, que siendo de más de 80 m de largo reúne restos romanos de la primera catedral que hubo en el lugar.

Como conclusión me gustaría aconsejaros que no os conforméis con observar Notre Dame desde la fachada frontal sino que os déis tiempo para rodearla e ir contemplando todos sus lados, tanto las Torres como las Gárgolas, y por supuesto el ábside que os he mencionado…

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