¿A dónde van los niños de París a jugar?, pues a la plaza de los Vosgos, la plaza más bonita de París. Yo no sé si ellos son conscientes del privilegio que disfrutan, no lo creo, y ahí están, correteando ajenos al escenario histórico en el que nos encontramos.
Contenido de la Guía
Un poco de historia
La Plaza de los Vosgos es un pedazo de la historia de Francia, además de la primera plaza que se abrió en París. Todo empezó en 1559 durante la celebración de un torneo en la calle St. Antoine durante el cual el rey Enrique II se batía con Montgomery, el capitán de su guardia, el cual le clavó su lanza en un ojo en vez de ene su cota de malla.
El rey moría diez días después, y la reina ordenó derribar el hotel en el que murió, instalando en su lugar un mercado de caballos. Fue el rey Enrique IV quien aprovechando el solar que quedó mandó su construir esta plaza bajo el nombre de Place Royal.
La plaza se inauguró tras su muerte para celebrar la boda de Luis XIII con Anne d’Autriche, y fue durante el reinado de este Luis cuando esta plaza tuvo su máximo esplendor, toda la corte y la aristocracia quería vivir allí. Durante la Revolución se la llamó Place d’Indivisibilité, para luego adoptar el nombre Place des Vosges en honor al primer departamento francés que pagó sus impuestos en 1800.
Dónde está
La plaza de los Vosgos se encuentra en el parisino barrio de El Marais, y cuando te acercas a ella nada hace predecir lo que te vas a encontrar, pues a la plaza se accede pasando por debajo de un gran arco, como si entraras a un jardín privado, de manera que desde fuera no ve absolutamente nada, y es desde luego una gran sorpresa.
Cómo es la Plaza de los Vosgos
La plaza es hermosamente simétrica, una ordenación perfecta, con 108 metros a cada lado, un cuadrado perfecto. La plaza la rodean una serie de pabellones totalmente iguales entre sí, con tejados azules de pizarra, ladrillos rojos en las fachadas y piedras blancas rodeando las ventanas. En el lado sur y en el lado norte los pabellones son algo más altos que el resto, se tratan del Pabellón de la Reina, y el Pabellón del rey.
Toda la plaza está recorrida por una galería que se sujeta por arcos de medio punto, y bajo estas arcadas podemos encontrar numerosas tiendas de artesanía, antigüedades, librerías y galerías de pintura. En el centro hay un bonito jardín, con fuentes, césped y árboles, y justo en el centro hay una estatua ecuestre de Luis XIII.
Esta plaza contó con habitantes famosos, entre sus moradores encontramos a Víctor Hugo, el cardenal Richelieu, o Madame Sevigné. Hoy día en el número 6 de la plaza podemos visitar la casa que ocupara en su día el literato francés Víctor Hugo desde 1832 hasta 1848, y donde escribió gran parte de su obra. En la casa museo podemos ver reproducciones de cómo estaban decoradas sus habitaciones, y podemos ver su tintero, su pluma, sus dibujos, sus libros y recuerdos.
En fin, es la plaza más bonita de París, y no soy la única que opina así, las prestigiosas guías de viajes del Trotamundos, o El País Aguilar también la definen así; es una visita obligada, y una vez allí hay que sentarse y saborear el momento, aunque eso sí, no seréis los únicos, pues la plaza, sobre todo por la tardes está atestada de gente, niños jugando, estudiantes leyendo, madres riñendo a los niños, ancianitos tomando el sol…, todo un retrato urbano en una plaza llena de vida.
Ingeniero de Telecomunicaciones y viajero incansable, trato de descubrir la historia y belleza de cada rincón del lugar que visito, por simple o sencillo que pueda parecer para dar a conocer al mundo sus secretos. ¿Te gusta viajar? Acompáñame en este viaje y disfruta conmigo del mundo. Los textos que encontrarás en esta web han sido escritos por muchas personas contando su experiencia en el lugar visitado, la web no se responsabiliza de la exactitud, lo actualizado que está su contenido y las opiniones vertidas en los textos. Si tú también quieres contar tu experiencia, puedes escribirnos un mensaje.
