Como cada año, éste también he vuelto a LA NAO. En toda nuestra costa se puede disfrutar de muchos cabos y muchas vistas del mar desde las alturas, pero esta es una de las más hermosas.
A muy poca distancia de Jávea se encuentra el Cabo de La Nao, un recorrido por carreteritas que dan acceso a chalets, villas, mansiones…..y a calas maravillosas, he de reconocer que las costas de Jávea son de las más bellas del Levante español.
Llegar la verdad cuesta un poco, tienes que pasar toda Jávea y continuar por la carretera paralela al Arenal, durante el trayecto hay un desvío y luego una larga subida entre pinos, chalets y casas de campo. Se disfruta bastante con el trayecto.
Corroídos por la envidia (al menos yo) llegamos a nuestro destino, un saliente de tierra bordeado de mar y donde nos encontramos con un faro (indispensable en cualquier cabo que se precie) dos restaurantes y unas vistas que yo no me canso de observar desde un pequeño mirador que hay medio escondido justo a la derecha del «MIRADOR-Restaurante», por supuesto no hay que perderse contemplar el paisaje desde la terraza-voladizo si es que no sopla el viento y está cerrada y siempre que sea a partir de las 7 de la tarde que es cuando abren….
Las vistas en el Cabo de la Nao son espectaculares. Y cuando te asomas y miras hacia abajo una sensación de vértigo te recorre todo el cuerpo, está realmente alto y las gaviotas vuelan bajo tu mirada, las olas rompen sobre la roca y un pequeño islote, con una forma que da alas a la imaginación, sirve de plataforma para el aterrizaje y descanso de las aves. Una vez te has acostumbrado a la altura disfrutas mucho más del momento, incluso si el mar está tranquilo se ven los peces nadando tranquilamente por un fondo irregular y lleno de rocas.
Levantas la vista y ves un mar interminable, un azul tan intenso que se pierde la diferente entre cielo y agua, respiras hondo y dejas que tus pulmones se llenen de ese olor tan inconfundible a mar, a sal, a libertad….
El guarda del faro nos dijo que los días que son extraordinariamente claros se pueden ver las islas.
También a mano izquierda hay otro balcón pero nada comparable, la vista ¡¡fantástica¡¡ es la OTRA…
Un poco más arriba junto al faro hay otro restaurante super-guay pero al que solo puedes entrar si vas a comer-cenar… nada de mirar.
No hay mucho más que contar de este lugar pero para mi ha pasado a ser «visita obligada» cada verano, cuando desde la terraza de El Mirador y con una cerveza fresquita en la mano doy riendo suelta a mi imaginación y me veo surcando el mar en un velero y contemplado el paisaje desde el otro lado o simplemente…… desde cualquiera de las «casitas» que salpican los acantilados….
Cabo de la Nao es un sitio mágico, que enciende todos tus sentidos y te deja una gran sensación de paz y tranquilidad. Te invade la sensación de quererte quedar con ese momento para siempre, te sientas en las rocas y vuelves a admirar el paisaje y quieres capturarlo, como el que guarda un foto en su álbum más preciado.
A mi me encantan los cabos, me parecen lugares mágicos desde donde puedes divisar el mundo. Este en concreto si tienes la oportunidad no dudes en ir, no te arrepentirás. Si te apetece, también tienes la oportunidad de disfrutar de una excursión en barco para conocer los cabos de Jávea y la isla de Portichol.
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