En mi última visita a Barcelona en Septiembre del año pasado, una de las primeras cosas que fui a visitar fue: el Monasterio de Pedralbes.
Sin lugar a dudas este es uno de los mejores ejemplos del Gótico catalán y uno de los edificios cuya conservación es mejor de los de este estilo arquitectónico, ello es seguro que influyó a la hora de elegirlo, para albergar parte de la colección Thyssen, cuyo núcleo se halla en Madrid, en el museo homónimo.
Contenido de la Guía
Dónde está
Se encuentra un poquito a desmano del centro de Barcelona, si no vas en coche puede ser un poco rollo; yo de hecho fui en bus y no di más que vueltas.
Concretamente está en la Ronda de Dalt, girando hacia la Avenida de Pedralbes, allí mismo está el monasterio al lado también de los jardines de la Creu.
Características del Monasterio de Pedralbes
Para empezar os diré que este monasterio es realmente un conjunto de monumentos de estilo gótico; fundado por el rey Jaime II y su esposa en 1326 .
El monasterio albergaba en principio una comunidad de monjas, hijas en su mayoría, de nobles.
En 1991 fue declarado Monumento Histórico Artístico; y en 1993 parte de la colección Thyssen – Bornemisza fue trasladado al monasterio, cosa que por desgracia cambió en 2004 (antes de que yo visitase el lugar) y trasladaron la colección al Museo Nacional de Arte de Catalunya.
Cuando el gobierno español negocia la cesión de esta magnifica colección, una de las condiciones que surge de forma inopinada, es que si bien el núcleo se instalará en Madrid, en el palacio que hoy ocupa, una parte de la misma se desplazara a Barcelona, a este Monasterio.
En una nave alargada, que en otro tiempo hizo las funciones de dormitorio para las monjas, se instaló esta porción de pinturas desgajada de la colección Thyssen, entre las obras que aquí podemos encontrar destacan firmas singulares, como casi todas las que conforman esta colección… 78 obras de arte que iban del renacimiento germánico e italiano al barroco, de autores como Veronese o Zurbarán.
Sin duda, esto será el colofón de un recorrido en el que se puede contemplar entre otras cosas, como era la vida entre las paredes de un monasterio.
Tiene tres pisos de altura y 40 metros de largo; formado por grandes arcos como podéis ver en la foto que os proporciono; y en el centro un bonito jardín con una gran fuente llena de pececitos.
En el interior podréis ver la curiosa cocina donde cocinaban las monjas cuando vivían allí, con restos aun de los utensilios que utilizaban como potas, sartenes, tenedores y cucharas de madera, etc.
Una sala principal muy grande donde se dedicaban a rezar, llena de pinturas e inscripciones en latín.
Y finalmente varias salas pequeñas que hoy en día contienen pinturas y algunas prendas que utilizaban las monjas y los curas por aquel entonces; me imagino que estas pequeñas salas antes serían dormitorios, para ser sinceros no lo recuerdo del todo bien.
Precio
La entrada costaba 5 euros, creo que es bastante barato (de lo más barato que puedes encontrar en Barcelona).
Mi opinión
Me gustó bastante el sitio, sobre todo el exterior, con el jardin central, los arcos, muy bonito y curioso.
También me gusto el detalle de la cocina con los hornos antiguos y algunas potas que a saber cuántos años tenían.
En pocas palabras, esta es una visita que merece la pena, lo que no me gustó es, lo apartado que el edificio se encuentra de lo que es el centro de la ciudad, pero bueno. Sin duda, el proximo año, me daré otra vuelta por este singular enclave.
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