El Port Vell es un gran complejo que se terminó a mediados de los 90 y que está situado al final de las Ramblas de Catalunya, fácil de identificar ya que es un espacio lúdico y de negocios situado de manera artificial encima del mar en la zona del puerto de Barcelona.
Para aquellas personas que no lo han visto, la primera vez que se visita puede resultar un lugar fantástico y maravilloso creado encima del agua donde podemos hacer prácticamente de todo (sin embargo, también tiene sus pegas que comentaré a lo largo de la opinión).
Cuando nos acercamos al mar, detrás de la estatua de Colón, nos encontramos que el suelo cambia de la fría y triste baldosa gris a la madera, aquí podemos decir que ya nos encontramos en el Port Vell. Si en este momento nos paramos, vislumbraremos diferentes elementos en función de a dónde se dirija nuestra mirada.
Si miramos a la derecha veremos el WTC (World Trade Center), centro de convenciones, y oficinas.
Seguramente también veremos en esta dirección los barcos más grandes del puerto y de objetivos puramente turísticos. Se tratará de grandes naves destinadas a los cruceros por el Mediterráneo, ya que aquí se encuentra el puerto para este tipo de barcos (desconozco si en otras partes también, ya que a día de hoy pocos cruceros he realizado).
Si miramos al frente, veremos uno de los elementos identificativos del puerto situado en el Moll d’Espanya (Muelle de España), el Maremagnum (que traducido puede entenderse como «Mar grande» o bien como «Confusión de asuntos», jajaja).
Para acceder a él podemos hacerlo de dos formas, bien bordeando todo el puerto por mano izquierda, o bien cruzando un fabuloso puente movible que transcurre por encima del agua. La mayoría de la gente lo hace por este puente, exclusivamente peatonal.
Una de las cosas más significativas de este puente, es que separa la zona de «parking» de los barcos del resto del puerto, por lo que cuando un barco de dimensiones superiores a la altura a la que se encuentra el puente desea entrar o salir, este puente debe abrirse. Lo sorprendente de este puente es que en lugar de ser como la mayoría de puentes de este estilo que se abren subiendo sus dos partes hacía arriba, este lo hace hacía los lados. Obviamente, cuando esto se realiza, se impide el paso de peatones temporalmente. Es una operación que no tarda más de 10 minutos.
Paseando por esta pasarela, podremos ver el mar bajo nuestros pies en algunos momentos y al llegar al otro lado, no tan sólo tenemos el Maremagnum sino también una especie de terraza al mar, de suelo de madera como el puente, que junto con los bancos que hay nos permitirán por ejemplo sentarnos, tomar el sol en verano un rato, etc…
Contenido de la Guía
¿Qué podemos hacer en Port Vell?
Vamos a hablar más del Maremagnum. Este centro, que nos recibe con un espejo como techo de dimensiones increíblemente grandes y que ayuda a la luminosidad de la zona con los reflejos del sol y del agua, se erige como centro de ocio y de compras (al menos en la actualidad).
Cabe decir, que hace no muchos años, ha sufrido una reestructuración de los servicios que ofrece, que a mi parecer hacía falta y ha mejorado muchos aspectos de la zona, tales como la inseguridad y la oferta lúdica.
Antes el ambiente que estaba asociado a este lugar, no era de lo mejor, seamos sinceros. Se tenía considerado como un lugar no muy apto a partir de determinadas horas sobretodo por la clase de gente que solía frecuentar sus locales nocturnos y durante el día, tampoco es que el ambiente mejorara sobremanera, aún así no era tampoco peligroso.
Por la noche, las cosas eran diferentes, había ambientes mucho mejores en Barcelona (y si miento que alguien lo diga). Además lo puedo constatar ya que algunas noches he estado en esa zona.
Sin embargo, bajo una nueva gerencia, ha habido un cambio bastante radical, se ha enfocado hacía otro tipo de ocio. Un ocio que nos permitirá disfrutar los 365 días del año de 10 a 22 horas de un centro comercial con gran cantidad de tiendas (obviamente, también gran cantidad de gente y mucho, muchos turistas extranjeros), restaurantes (aunque de calidad media, nada de comida buena, ya sabéis bocatas, tapas, hamburguesas, etc) y algo de ocio nocturno en su última planta.
Obviamente, sigue estando la opción de usarlo para dar un paseo y disfrutar del mar que tenemos en Barcelona.
Es una buena opción para comprar ropa por ejemplo un domingo, ya que están las típicas tiendas donde siempre puede encontrarse algo de ropa: P&B, Springfield, Lefties, etc…También hay un cine con unas 8 salas si mal no recuerdo. . También hay bancos alrededor orientados al mar donde podéis sentaros con vuestras parejitas a daros mimos jajajaja
Pero esto no es todo, todavía quedan tres elementos importantes en esta zona y que se sitúan a la izquierda del Maremagnum (en dirección mirando hacia el mar). Aquí nos encontraremos con el IMAX Port Vell, un cine diferente al resto. Quizás no ofrezca los últimos estrenos pero su característica radica en que es un cine que ofrece sobretodo documentales en 3D. Es algo más caro que un cine normal, pero al menos una vez merece la pena ver algo así, seguro que no os deja indiferentes.
También nos encontramos con L’aquàrium de Barcelona. Como su nombre da a entender, es un acuario de grandes dimensiones y referente en el Mediterráneo, con más de 450 especies diferentes (tiburones entre ellos) y un túnel submarino que nos permitirá pasear por debajo de algunos acuarios, de más de 80 metros de longitud (no los he medido, eso dicen ellos, pero me lo creo). El coste de su entrada, para un adulto es de 21 euros (la puedes comprar aquí sin colas y reservar), y más barato para los niños y los jubilados. Si hacemos todo en el mismo día puede ser un desembolso importante de dinero, pero si repartimos quizás no parezca tanto y es una grata experiencia su visita.
¿Por qué Port Vell es uno de los lugares con más encanto de Barcelona?
Si aún no te has convencido de visitar Port Vell, aquí va algo de la historia del que considero que es uno de los lugares con más encanto de Barcelona:
- Hace unos 25 años, todo el recinto del puerto estaba cerrado y ocupado por almacenes, básicamente de madera, donde se preparaban los materiales para su embarque. En consecuencia, Barcelona tenía, aquí, cerrada su salida al mar.
- Cuando se desmontaron esos almacenes, no sólo se abrió la ciudad al mar, sino que se dignificó todo el entorno. En primer lugar se hizo un gran paseo paralelo al muelle, donde se plantaron árboles, se pusieron bancos y se tuvo mucho cuidado de hacer el cinturón semienterrado, al objeto de que no ocupara esos espacios.
- Al mismo tiempo se unió, con un puente giratorio, la zona del muelle con el Maremagnum que se construyó al objeto de que fuera una zona lúdica y festiva.
- De esta forma, el Port Vell ha quedado como una prolongación de las Ramblas y es la continuación natural del paseo a pie, cuando se llega a Colón
- Varias tiendas, cafés y restaurantes han acabado de llenar este sitio tan interesante
El Port Vell de Barcelona es uno esos sitios dónde encuentras tanta variedad de espacios públicos para echar el día que no querrás irte de él.
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