Si os gusta gozar de unas vistas espléndidas, en un paraje completamente natural y cargado de belleza os aconsejo que os planteéis ascender al Pedraforca.
Para los que no lo conozcáis, el Pedraforca es un macizo ubicado en el pre-Pirineo catalán, concretamente situado en el parque natural del Cadí-Moixeró. Sus formas tan agrestes, sus agujas tan agresivas y la espectacular Enforcadura hacen de ésta una montaña muy peculiar.
Cuando fui por primera vez, mejor dicho, cuando me llevaron medio engañado, aún recuerdo la impresión que me causó cuando lo vi por primera vez. Concretamente fue en un punto de la carretera de acceso en el que al girar en una curva, de pronto apareció el coloso a lo lejos, como una imponente mole de piedra con forma de herradura desafiante.
Tal es la majestuosidad de este gigante de piedra que cuando me señalaron el pico al que íbamos a ascender no me lo podía creer…pero si la montaña más alta que había pisado yo hasta entonces era el Dragon Khan!!
Contenido de la Guía
Cómo llegar al Pedraforca
Para llegar desde Barcelona hay que tomar la B-400 dirección Vallcebre/Maçaners/Saldes/Gósol. Más tarde habrá que girar a la derecha dirección Gósol, y más tarde Saldes. Normalmente lo que hace la gente es subir con el coche por la Pista del Mirador del Pedraforca hasta el mirador del Gresolet.
Nos encontramos aquí en la zona más septentrional del Berguedà, lo que se conoce por Alt Berguedà, poblada de bosques en la montaña de la sierra del Cadí y en el conjunto Cadí-Moixeró, parque natural de 41.342 hectáreas repartidas entre el Alt Urgell, el Berguedà y la Cerdanya, el más extenso espacio protegido en Catalunya, con un conjunto orográfico de 30 km de longitud que comprende las sierras del Cadí, Moixeró y el Pedraforca hasta los macizos de la Rossa d’Alp y el Puigllançada.
Un poco de historia del Pedraforca
Hoy parque natural, el interés público por los relieves y los entornos del Pedraforca ya fue adelantado en 1.932 por el Gobierno de la Generalitat, que se propuso, sin llegar a concretarlo, proteger su espacio, que en 1.966 fue declarado reserva nacional de caza. Hubo que esperar hasta 1.982 para que el Pedraforca obtuviera la declaración de paraje natural de interés nacional.
El 15 de julio de 1.983 se creó el Parque Natural del Cadí-Moixeró, que toma nombre de los dos sistemas prácticamente contiguos que se suceden de oeste a este.
En este sistema montañoso comprobamos la fuerza de las formaciones calcáreas, donde encontramos abruptas paredes rocosas con niveles de cerca de 500 metros y una longitud superior a 1.500 metros. En la cima de los valles, la altitud media es de unos 900 metros, que llegan a alturas superiores a 2.000 metros cuando alcanzan puntos culminantes: Canal Baridana (2.648 m), Tossa d’Alp (2.537 m).
Antes de llegar a Saldes, se perfila la gigantesca y característica silueta del Pedraforca. Cuenta con dos puntas casi gemelas que parece que vayan a pinchar el cielo. Una, el Pollegó Superior que asciende hasta 2.497 metros, y la otra, el Pollegó Inferior, que tiene una altura de 2.400 m.
En el excursionismo catalán el Pedraforca es una cumbre venerable. Lluís Estasen, del Centre Excursionista de Catalunya, empezó en 1.922 la exploración de la pared norte del Pedraforca, donde abrió distintas vías, una de las cuales, considerada la más difícil de España en aquel tiempo, recibió su nombre en 1.928. En los años sesenta, las expediciones catalanas a los Andes y al Himalaya se entrenaban en la pared norte del Pedraforca.
Cómo es El Pedraforca
En este medio de alta montaña, la economía tradicional y familiar se basó en la ganadería, la madera y el carbón. Los restos megalíticos dan cuenta de la antigüedad de la vida en estas alturas.
El castillo de Saldes combina el aire militar con el estilo románico de su pequeña capilla interior de Santa Maria. La iglesia de Sant Martí, del siglo XVII, conserva la imagen románica de Nuestra Señora de Gresolet, sonriente con el Niño en su regazo y doce hombres con corona de barón a sus pies.
En la margen izquierdo del río de Saldes se encuentran las ruinas del monasterio de Sant Sebastià de Sull, obra del siglo X, que cuenta con una interesante planta circular.
A los pies del Pedraforca, Saldes (3.500 habitantes) se sitúa a 1.200 metros de altura y con los vestigios de sus antiguas minas de carbón en la zona de Fígols.
Es aconsejable llegar al mirador de Gresolet, que ofrece una vista increíble con abundancia de abetos y hayedos.
A la sombra de la pared norte del Pedraforca, en la Jaça dels Prats, a 1.640 metros de altura, el refugio de montaña Lluís Estasen ofrece varios servicios básicos al excursionista: 136 literas, cocina, hogar, estufas, botiquín de primeros auxilios,etc. El turista también puede disponer aqui de comida y bebida.
En la cara norte, los dos «Pollegons» se abren separados por un espacio que en invierno ocupa una lengua de hielo. Dada la climatología de esta reserva, en los inviernos más duros la cumbre puede alcanzar temperaturas de hasta -20ºC.
En el parque natural del Cadí-Moixeró la flora es más bien del norte y centro de Europa. A partir de los 2.200 metros destacan los prados alpinos integrados básicamente por gramíneas. Más abajo, encontramos bosques de pino negro.
En un nivel inferior, situado entre 900 y 1000 metros de altura, predominan el pino rojo, el álamo, el arce, el haya y el roble.
Una de las joyas botánicas del parque es el julivert d’isard o perejil de rebeco, especie endémica que sólo se encuentra en los pedregales de las montañas.
El animal emblemático del Cadí-Moixeró es una cabra alpina: el rebeco (isard en català).
Por el sotobosque corren otros pequeños mamíferos: el gato montés, la ardilla, el lirón gris y la manta. El urogallo canta poco: su presencia es muy escasa. El quebrantahuesos es otra maravilla apenas presente en España. El águila real, el halcón peregrino, la lechuza de Tengmalum, el mirlo de pecho blanco, el pito negro o el herrerillo son otras de las especies que encontramos aquí.
En zonas de agua brillan la rana bermeja, la serpiente verde y amarilla y el lagarto verde brillante.
En cuanto a peces, sólo encontramos la trucha, el barbo de montaña y el barbo rojo.
Las noventa especies de caracoles y las mariposas diurnas, cuya población representa el setetna y cinco por ciento de Catalunya, llenan cualquier vacío.
Ruta por Pedraforca
Desde allí (1.530 m), botas en los pies, bastón en mano y muchas ganas de hacer ejercicio, iniciaremos nuestro periplo hasta el refugio de Lluis Estasen (1.640 m). Hay que decir que no tiene pérdida, pues todo el camino está marcado por hitos, y en algunas ocasiones veréis hasta unas marcas en forma de “x”, es decir, por donde NO debéis continuar.
El viaje continua suave, a través de un camino que discurre por abetos y un sotobosque característico de la zona, hasta que nos hallemos con una fuerte subida de ascenso al canal del Verdet (1.950m). Desde allí las vistas ya empiezan a merecer la pena, y el cansancio que podamos acusar se justifica por sí solo. Además, con la excusa de echar unas fotos éste es un buen punto para hacer un alto y reponer fuerzas (eh eh frutos secos, nada de panceta y chorizo cantimpalo!!).
A partir de aquí la aventura se torna un poco más dura. Recuerdo una subida bastante potente. Lo sé porque de repente dejamos de hablar, y apenas te puedes concentrar en mirar el suelo y respirar lo suficiente para evitar que te dé un patatús. Una vez más, al final, se obtiene la recompensa al llegar al Collado del Verdet (2.270 m-2,5h). Desde este punto se atisba el pueblo de Gósol a través de unas vistas realmente privilegiadas.
Lo que viene a partir de aquí es algo totalmente diferente y divertido. Se trata de ascender trepando por la roca viva, a través de la cresta del Verdet. No os asustéis, no se trata de hacer alpinismo ni es escalada técnica (yo no he practicado ni lo uno ni lo otro en mi vida). Tan sólo hay que ir con cuidado, grimpando a 4 patas, aprovechando los recovecos y las formas que las piedras nos brindan para sujetarnos bien. A pesar que la roca es consistente, hay que ir con cuidado, pues alguna que otra piedra se suele desprender. En tal caso siempre avisad al que venga siguiéndoos!!!
El itinerario sube y baja dejando atrás varias cimas hasta que se corona la cumbre más alta, el Pollegó Superior (sí, sé que suena muy mal) de 2.498 m de altitud. Gozad de la inmensidad del paisaje cuanto podáis (si las brumas de alta montaña os lo permiten), eso sí, depende de la hora que sea no conviene dormirse en los laureles, pues queda el descenso.
Preparaos para arrastrar el culete en algunos tramos y bajad despacio y con buena letra hasta que os encontréis con la Enforcadura y su espectacular tartera, una trepidante lengua de piedra que se derrama por la ladera de la montaña. Este tramo es bastante penoso y divertido a la vez. Digo penoso porque tendréis que acostumbraros a caminar sobre un manto de roca y piedra suelta. También resulta divertido a la vez, porque si bajáis corriendo hasta llegaréis a hacer surf, empleando las piedras como tabla…cuidado, es peligroso, y no se os ocurra torceros el tobillo por esos lares. Si lo hacéis hincad siempre primero el talón firmemente…
Finalmente hallaréis el mismo bosque que algunas horas atrás os dijo adiós, hasta que lleguéis de nuevo al refugio de Lluis Estasen, y de aquí al coche.
Ingeniero de Telecomunicaciones y viajero incansable, trato de descubrir la historia y belleza de cada rincón del lugar que visito, por simple o sencillo que pueda parecer para dar a conocer al mundo sus secretos. ¿Te gusta viajar? Acompáñame en este viaje y disfruta conmigo del mundo. Los textos que encontrarás en esta web han sido escritos por muchas personas contando su experiencia en el lugar visitado, la web no se responsabiliza de la exactitud, lo actualizado que está su contenido y las opiniones vertidas en los textos. Si tú también quieres contar tu experiencia, puedes escribirnos un mensaje.