Ruta Atlántica

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Voy hacer un recorrido por los pueblos y lugares de ésta Ruta poco conocida pero con más belleza que muchas que son muy populares.

Partiendo de Cádiz, la Costa Atlántica dirige sus pasos del viajero en cualquier época del año hacia parajes de ensueño. Por San Fernando, Chiclana, Conil, Vejer de la Frontera. Barbate y Benalup.

Breve Resumen

Antes de detallaros cómo es la Ruta Atlántica, os haré un breve resumen de los pueblos que la componen y lo más importante de cada uno.

La provincia de Cádiz , a caballo entre Europa y África, supone la suma de las diferentes culturas y civilizaciones que la han habitado. Es una provincia de contrastes en la que se une el Atlántico y Mediterráneo. La Ruta en esta ocasión de la vertiente oceánica por cuyo litoral divisamos parajes de una enorme belleza, y vestigios mitológicos, árabes, entre otras muchas cosas.

La capital es Cádiz, el mar a dado sentido a ésta capital de un rico patrimonio en el que destacan baluartes defensivos, tales como Puerta Tierra, Candelaria, los Mártires, su Catedral Nueva, calles estrechas, mansiones y Palacios, donde se propugnó la primera Constitución Española.

  • San Fernando. La llamada Isla del Sur, la capital gaditana del deporte se perfila a lo lejos rodeada de salinas y con una bella riqueza marítima y patrimonial. El Castillo Medieval de San Romualdo, el arsenal de la Carraca y el Aquarium. expo-marina donde está el ecosistema tanto Atlántico como Mediterráneo.
  • Chiclana de la Frontera: Entre pinares ha sido escenario de fábulas relacionada con la mitología, testigo de ello son las minas del Castillo de Santi-Petri, heredero del Templo dedicado a Hércules. Además cuenta con la playa más bella de la Costa de la Luz, La Barrosa, los restos arqueológicos que hay en Chiclana atrae al turismo, así como la cocina marinera y sus bodegas. Hay un Ferry que sale de Santi-petri para ver todos los encantos que hay.
  • Conil de la Frontera: Presidida por la Torre de Gúzman el Bueno, es un lugar ideal para el disfrute de escondites de gran riqueza medioambiental, sus tres Torres como Castilnovo, Roche y Puerco, éstas torres eran para defenderse de los Piratas. Es muy recomendable la Cala del Aceite, playa Fontanilla y la Fuente del Gallo.
  • Vejer de la Frontera: Inmaculada , blanca y árabe cabe destacar una tradición que se mantiene que son las cobijadas, quienes se cubren su rostro en recuerdo del pasado árabe, durante las fiestas. Su Castillo , así como las torres de Mayorazgo y la Corredera, también hay un Lago donde habitan grullas y aguiluchos ceniza.
  • Barbate: En el cabo de Trafalgar se mezclan dos climas el Atlántico y Mediterráneo, Cabo de Hierbabuena son espacios naturales de descanso y sol. Hay un parque que se puede visitar que se llama Parque Natural del Acantilado, también está la pesca del atún principal aliciente gastronómico. No se puede uno irse sin ver los Acuíferos que se desprenden del acantilado de los Caños de Meca. Antes de ir a nuestro último pueblo de la Ruta del Atlantico se recomienda acercarse hasta la pedanía del pueblo de Zahara de los Atunes.

El turista puede cerrar la ruta acercándose hasta el Palacio, o degustar los productos silvestres típicos de Benalup.

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He hecho un pequeño recorrido por estos pueblos tan singulares y con tanta historia que cuando vengáis no dejéis de ver, porque tienen mucho que ofrecer a los que lo visitan. Ahora vamos a ver el recorrido por la Ruta Atlántica de forma más detallada.

Recorrido de la Ruta Atlántica

Describir la costa atlántica de la provincia de Cádiz es encomendarse a una misma realizar un trabajo titánico sobre todo lo que ha sido esta costa para la historia y para la cultura no sólo de una provincia, sino también parte viva de la historia de España.

Conocido de todos es el asentamiento que estas tierras han proporcionado a tartesos, fenicios, romanos y árabes….. y después el olvido, como queriendo darle un bofetón a la que ha sido baluarte de titanes culturales y de emperadores venidos de tierras lejanas para apoderarse de una nación y que no pudieron hacerse con un simple bastión colocado en medio del Atlántico con un único camino de entrada cerrado a cal y canto a los poderosos enemigos, en este caso llamados franchutes.

La ruta podemos comenzarla en Sanlúcar de Barrameda con ese Coto de Doñana rociero frente por frente a la meca de la pesca de la asedia (especie realmente exquisita) y degustar también la manzanilla de la tierra que cuidado¡¡¡ no se nota cuando entra pero sí cuando hace efecto; la resaca será notoria y durará varios días.

Desplazándonos llegaremos a Chipiona, con su Basílica de la Virgen, verdadero punto de encuentro de los devotos de la Virgen de Regla. Allí en el promontorio veremos su estampa desde la hermosa playa chipionera.

Más abajo Rota, invadida por los llegados del continente lejano que han poseído el pueblo y dejado su nota especial en las costumbres de la gente sencilla habituadas ya al Yankispanglis.

Dejamos el ruidos de los aviones que aterrizan en la base naval conjunta y militarizada para perdernos por las dunas ahora en fase de protección total y llegamos a El Puerto de Santa María, lugar maravilloso con sus dos playas espléndidas que ofrecen descanso a los muchos llegados del interior, sobretodo de la provincia de Sevilla que tienen su segunda casa de verano en el lugar. Magníficas urbanizaciones de chalets alucinantes jalonan la costa y por supuesto la visita del centro antiguo que nos da la ocasión de degustar mariscos y frutos del mar a un precio digamos que alto…..

Continuamos por la costa para meternos de lleno en el río, si queremos podemos hacerlo en piragua, cosa divertida en los días de crecida de la mar. Con ello nos dejaremos llevar hasta la orilla de la playa-rio San Pedro en donde tenemos la ocasión de pasar jornada entre pinares y baños en el río mitad salado, mitad dulce.

San Fernando, cuna marinera, nos dará la oportunidad de contemplar la capital de la provincia allá a lo lejos, sumergida en medio de la niebla propia de la evaporación del mar y por supuesto ese puente sobre la bahía que hace de brazo y abrazo de la Cádiz milenaria: Gades, Gadir o Cádiz, como quieran; siempre es y lo será. Aquí si es verano o invierno las playas son punto de encuentro: La Caleta con el castillo de San Sebastián que hoy está preparada para el rodaje de la película El Capitán Alatriste de breve comienzo en esos exteriores; la playa Santa María del Mar (la mía), continuando sin descanso por la Victoria (la de siempre) y siguiendo el camino por el mar por la de Cortadura que dice adios a la capital y se mete en terrenos militares que con permiso de la autoridad nos dejará pasar hasta la zona de la Barrosa, pasando por Santi Petri y su castillo, ruinas hundidas del templo romano…..La chiclanera nos ofrece la ocasión de perder la vista de tanto mirar donde termina esta caminata sobre la arena suave y dorada y a la izquierda dejamos las urbanizaciones, los hoteles de cinco estrellas, los campos de golf que han destrozado el paisaje virgen que yo solía visitar en mis años hippies y desnuda desafiar a los representantes de autoridad que hacían poco caso del desnudo y más bien se dedicaban a mirar.

Perdida la Barrosa no sé en que lugar, llegamos hasta la Torre de El Puerco, y allí despojada de su virginidad, envueltas en aspersores de agua desaprovechada se ve rodeada de un césped no natural que hace las delicias de quienes de los nortes germanos nos invaden por toda la temporada sin tener ni fecha de comienzo ni final.

Seguimos para adentrarnos en la playa de Roche, conocida bien y mal….. tuve y tengo casa en la urbanización, delicia de los 80´s cuando buscamos caracoles en las lindes de Campano, montados en bici y a las seis de la mañana en verano, nos íbamos por el sendero que nos dejaba desembocar en el puerto de Conil para ver los pesqueros llegar con boquerones saltando y luchando por poderse librar de las redes prisioneras que los apartaron del mar.

cala del aceite

Y la Cala del Aceite, edén de felicidad y nido de muchos amores que se podían disfrutar en porretas y sin vergüenza, que tiempos….. ahora todo es montones de gente que viene y va.

Conil, marinera, bonita y coqueta que en verano es un festival: casitas alquiladas, playa abarrotada y noches sin descansar… y la dejamos de lado para podernos adentrar en la playa de los Caños (nudista en parte nada más)….. y recuerdo sus caños de aguas caer sobre mi, agua dulce de lluvia fuerte con los pies metidos en el mar. Y más allá vemos a Vejer subido en su monte, empinado para mirar cuerpos alegres y desnudos que se van a la mar.

Bolonia antes de llegar nos ofrece la Duna, duna de felicidad (nudista), colonia de hippies que aún continúan su sedentario posar en la gran duna que hace el levante en su furor musitar. Y bajamos la duna como si fuese un tobogán y nos perdemos en las arenas que sirvieron de puerto a Bolonia (Baelo Claudia en la antigüedad) y nos imaginamos aquel teatro en verano con levante parado y las obras clásicas en el escenarios y el público mirando de espaldas al mar. Hermosas piedras que salen hoy al aire a respirar los aromas de la misma tierra que la vió levantar.

Y seguimos por Atlánterra, cobijo de alemanes, hoteles y urbanizaciones por todos lados, ¡¡que perdido están aquellos años de salvajismo dulce y remolón que nos dio la vitalidad de creer que la imaginación se volvería en poder y mire a donde quedado está¡¡. Pasamos el bunker antiguo, vigilador del mar para que el moro no pasase o en tiempos de guerra los barcos que llegaron a pasar y llegamos a la playa, la más difícil de llegar….. a su lado comienza de nuevo el terreno militar…. y por senderos buscamos salida a la nacional para toparnos de pronto con la capital del viento y del levante y la duna de Tarifa… viento, surfing, torre de Babel mundial. Y pasamos por su arco que conquisto el Guzmán, caballero armado y fuerte que de Tarifa hizo guardián del Estrecho y del Atlas que se ve dibujado allá….. Isla de las Palomas, también militar que por suerte hoy podemos visitar…. bendito Océano Atlántico que me haces soñar¡¡¡¡.

Y poco a poco bajamos, dejando el final para meternos de lleno en una caravana infernal que desemboca en la La Linea y en Algeciras que con sus barcos nos lleva y nos trae por el estrecho hasta ese pueblo musulmán que un día fue rey y tierra, cultura y base de nuestro suelo gaditano, andaluz y para la eternidad….

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