Todos los veranos, aprovechando mis pocos días de vacaciones, me reservo alguno para ir a Madrid. En esta época esta genial, para circular, aparcar y recorrerlo.
Este año, una de mis visitas fue a un museo que ya hacía varios años deseaba visitar y que por un motivo u otro, siempre se quedaba pendiente: EL MUSEO DEL TRAJE.
La verdad es que había ido quedando en las visitas pendientes, porque siempre había algo más interesante que hacer, o al menos eso creía yo hasta hace unos días, ya que me sorprendió muy gratamente.
En cuanto a la situación, está en Ciudad Universitaria, muy cerca de la facultad de Arquitectura, es fácil llegar, se pude coger el metro hasta la parada de Moncloa o la de Ciudad Universitaria, y también hay algunos autobuses que pasan por allí.
El museo está además en un lugar muy bonito, con hierba y jardines, y algunas esculturas, porque antes de ser el museo del traje creo que era de arte contemporáneo.
Contenido de la Guía
Llegada al Museo del Traje
Para una provinciana como yo, cuando planifico mis visitas a Madrid tiemblo, ya que siempre o casi siempre nos perdemos.
El museo está junto a la plaza del cardenal Cisneros. Llegamos sin perdernos, entre otras cosas porque está muy bien señalizado y al llegar a él, en la fachada lo indica con grandes letras, por lo que no tuvimos pérdida.
Suerte añadida fue que pudimos aparcar justo en la puerta (ventajas de visitar Madrid en Agosto).
Cuando accedes al recinto del mismo, está rodeado de grandes zonas cubiertas de césped, muy bien cuidado, y grandes arboledas. Precioso entorno.
Una vez llegamos al edificio, lo primero que nos encontramos fue la tienda, cuya visita dejamos para la salida.
Existen la sala de exposición permanente en la planta superior y la sala de exposiciones temporales en la planta baja. La visita se comienza en la planta superior (exposición permanente) también en esta planta se encuentran los talleres pedagógicos, la biblioteca y el salón de actos. Había en esta misma planta una exposición de pintura a la que no accedimos.
Exposición permanente
Al entrar en las salas de la exposición permanente del Museo del Traje, llama poderosamente la atención la gran oscuridad de las mismas, ya que de este modo no se perjudica a las «obras de arte» allí expuestas.
Verdaderamente me llamó la atención el esmero y la delicadeza con la que están tratadas para que ni la luz, ni los cambios de temperatura, y por supuesto los visitantes estropeemos lo allí mostrado.
La exposición permanente está dividida en diferentes áreas, según su temática, englobando estas diferentes épocas y temáticas:
Tiempos Lejanos:
Lo más antiguo de la colección. Un bonete de 1500, jubones de 1670, guantes de 1630. Tejidos bellísimos, brocados, bordados en hilo de oro…. Una delicia…
- Los tesoros del pasado: Una fabulosa colección de escarpines, zapatos y chapines, con los que podemos ver la evolución del calzado entre los años 1187 (con los Escarpines de Teresa de Petri, con su plataforma, ¡¡¡ perfectamente de actualidad casi mil años después!!! Como es la moda….!!! ) hasta unos zapatos de la segunda mitad del S.XVII con unos bordados fabulosos.
- Ilustración y casticismo: Recrea este escenario una velada musical del siglo XVIII, en la que podemos ver como los hombres gozaron de ropas muy lujosas y enormemente femeninas. Una bellísima casaca de plata -la más antigua de la colección-, fechada en torno a 1740. Está confeccionada en brocado de seda, tejido muy lujoso utilizado para piezas únicas. Una serie de casacas femeninas con todo tipo de bordados, pero verdaderamente bellísimas
- El paseo de los elegantes: El siguiente escenario, recrea el paseo de la aristocracia donde lucían sus mejores galas. Podemos ver los «vestidos a la francesa» y los «vestidos a la inglesa». También hay unos trajes infantiles idénticos a los de los adultos.
- El vestir del pie: De nuevo me llamo poderosamente la atención como vuelven las modas, pues tanto los zapatos como las chinelas de los años 1700-1788 podrían estar expuestos en los escaparates de las más lujosas zapaterías de hoy. Asimismo se exhibe una colección de medias de la época.
- Gorros y sonajeros: Tesoros de los más pequeños, en especial los dos gorros, lujosamente bordados.
- Vestir las manos: Todo tipo de guantes y «mitones» como los guantes, pero que dejaban ver las manos, manguitos, tanto de hombre como de mujer, abanicos, bolsos y «ridículos» (bolsos llamados así por su pequeñísimo tamaño), carteras y monederos.
- El traje regional: Trajes regionales de diferentes zonas y estilos (Lagarterana, Traje de Vistas, Mantones, Toreros, Majos, Danzantes, Maragatos, De Ansó, Payés, etc.….) y diferentes épocas. Sinceramente, esta parte fue la que menos me gustó.
- Balenciaga (1895-1972): Estupenda colección de este magnifico creador, dividida en tres grupos:
- Fiesta
- Calle
- Coctel y Ceremonia
- Fortuny y madrazo: Colección del diseñador asi como una selección de prendas de otras épocas y zonas del mundo que él coleccionaba.
Tiempos actuales:
Tras el repaso cronológico de la moda y de los tejidos, formas, etc… Llegamos a la época actual, haciendo una diferenciación:
- Moda de España: Es una selección de los diferentes diseñadores de nuestro país en la actualidad (Jesus del Pozo, Sybilla, Vitorio & Lucchino, Montesinos, Agatha Ruiz de la Prada, Lydia Delgado, Jorge Gonzalvez, Piña….).
- Alta Costura: Alucinantes modelos de Alta Costura de los mejores modistos: Christian Lacroix, Valentino, Giani Versace, Carolina Herrera, Karl Lagerfield…etc
- Talleres pedagógicos: Zona donde podeis conocer el comportamiento de los tejidos, su visión microscópica, incluso ponerse un Polison, una Perejila, o unos escarpines. Es muy divertido.
Exposición temporal
La exposición temporal, situada en la planta de abajo, y titulada «MODACHROME», revisa la moda a lo largo de los siglos, pero en el contexto del color. Asi, podemos observar como cada época, ha tenido unos colores imperantes.
Se divide en los siguientes colores: Negro, Multicolor, Azul, Rojo y Amarillo y Blanco.
A mi me encantó la de Amarillo.
¿Merece la pena ir al Museo del Traje?
En resumen, que la visita a este museo, me dejo un magnifico sabor de boca. Los empleados son super- amables , las instalaciones, hasta la tienda del museo es otro mini- museo.
Tiene tienda y cafeteria, donde se puede comer y creo que muy bien, yo al final no comí allí, pero hay mucha que me ha dicho que está muy bien. La tienda también es bastante interesante tiene un montón de libros de moda y sobre la evolución del traje, y también otras cosas curiosas, de recuerdo.
No dejéis de visitarlo!!!! Y espero no haberos aburrido demasiado.
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